CONTEXTO DE PLATÓN (427-347)
Platón nació en Atenas en el último tercio del siglo V a.C. (427-347) en plena Guerra del Peloponeso (431-404) en la que las dos principales polis griegas: Atenas y Esparta, se enfrentan debido a los recelos y conflictos que genera la política imperialista ateniense sobre sus propios aliados de la Liga de Delos a quienes exigía tributos e incluso llegó a imponer por la fuerza el régimen democrático. Esparta, alma de la Liga del Peloponeso, temerosa del creciente poder ateniense sobre la Hélade, exige a Atenas que deje libres a sus aliados délicos. Pero Atenas no está dispuesta a dar freno a sus ansias expansionistas y a perder el lucrativo control sobre sus aliados. Así, en el 431 comienza la guerra que tendrá como resultado la derrota de Atenas frente a Esparta, y, por consiguiente, la pérdida de su hegemonía. Esparta acaba con la democracia e impone a Atenas en el 404, un cruel gobierno oligárquico: el de los Treinta Tiranos, del que formaron parte dos parientes de Platón: Cármides y Critias, contrarios a la democracia. Al año siguiente vuelve a instaurarse la democracia, aunque corrompida por la demagogia, los abusos de poder y las venganzas.
Sócrates fue víctima de esta convulsión política. Sócrates era muy popular en Atenas, a menudo se le confundía con un sofista, en parte porque, tal como afirma Platón en su Apología, el comediógrafo Aristófanes, en su comedia Las Nubes, arremetía contra la retórica y la erística sofistas, y especialmente contra Sócrates, a quien erróneamente incluía en este movimiento cultural y filosófico. Por otra parte, Sócrates se mostró crítico con la democracia, era amigo del traidor Alcibíades (general ateniense que se alió con los espartanos) y maestro del tirano oligárquico Critias. Todas estas circunstancias despertaban el recelo y la sospecha de los demócratas. Así, en el 399, acusado de impiedad y de corromper a la juventud con sus enseñanzas, fue condenado a muerte por un tribunal de 500 ciudadanos. Platón, discípulo de Sócrates durante nueve años, recibió un durísimo golpe con la sentencia a muerte del maestro, que para él fue la misma imagen de la injusticia, y un hecho que marcaría su vida y su pensamiento político tal como refleja su famosa Carta VII. La condena fue una de las primeras acciones “ejemplares” de la democracia recién restaurada, lo que determinaría el hecho de que posteriormente Platón se mostrara reacio en obras como La República a esta forma de gobierno y buscara otras vías alternativas para organizar el Estado. La influencia de Sócrates se hace patente en los diálogos de juventud: un intento de llegar a la verdad más allá del convencionalismo sofista. Además, Sócrates será el protagonista de casi todos los diálogos posteriores.
Pero no sólo Sócrates fue una influencia decisiva en la vida y obra de Platón, también fue importante su amistad con el pitagórico Arquitas de Tarento, a quien conoció en uno de sus viajes a Italia y Sicilia, en esta última se encontraba la ciudad de Siracusa a donde fue en tres ocasiones para tratar de establecer un Estado ideal con Dión, un cuñado del Tirano de Siracusa, pero en ninguna de las tres tuvo éxito. Después de su primer viaje vuelve a Atenas en el 387, y funda en el jardín Academos, una escuela de estadistas filósofos, que atrajese a jóvenes extranjeros, donde recibirían la formación necesaria para gobernar según el ideario platónico. A esta escuela se la conoce con el nombre de "Academia". Era una especie de comunidad monástica dedicada a la filosofía y la matemática, y que después de la muerte de Platón, siguió funcionando hasta el año 529 d. C. Aristóteles, el más brillante discípulo de Platón pasó en ella veinte años.
La influencia que recibió Platón de los pitagóricos, y más concretamente de Arquitas de Tarento, en sus tres viajes a la Magna Grecia (Italia y Sicilia), es evidente en temas como la inmortalidad y la transmigración del alma (en el Mito de Er el armenio, por poner un ejemplo de La República); la vida comunitaria y ascética de los filósofos en la Academia; el papel del filósofo como mejor gobernante; temas cosmológicos; la importancia de las matemáticas (a la entrada de la Academia aparecía la siguiente advertencia “Nadie entre aquí sin saber geometría”) y la música, elementos básicos de la educación de los ciudadanos de la República ideal.
Aunque menor, también debemos mencionar la influencia de sus primeros maestros: Cratilo y Hermógenes, uno heraclíteo y otro parmenídeo. Dicha influencia se hace notar en las características antagónicas que Platón adjudica al mundo sensible (Heráclito) y al inteligible (Parménides).
La obra conocida de Platón es muy extensa: alrededor de 27 Diálogos que nos han llegado gracias a la traducción latina de Marsilio Ficino, en el s. XV. Aunque existen diversos criterios de clasificación, nos hemos decidido por aquella que divide sus obras en cinco períodos: según su temática y el grado de madurez de sus ideas, a saber:
- Período socrático: reflejan el pensamiento y la personalidad de Sócrates: Apología de Sócrates; Protágoras...
- Período de transición: problemas políticos, inmortalidad del alma: Gorgias; Hipias; Menón...
- Período de madurez: política, teoría de las ideas, inmortalidad: Fedro; Fedón; La República;
- Período crítico: autocrítica a la teoría de las ideas: Parménides; Teeteto...
- Últimos diálogos: cosmología, historia y política: Timeo; Critias; Las Leyes...
CONTEXTO DE ARITÓTELES (384-322 a. C.)
Aristóteles (384-322 a. C.) nació en Estagira (de ahí el sobrenombre de “el estagirita”) una ciudad cercana al actual monte Athos en el reino de Macedonia al norte de la Grecia. Su padre Nicómaco, era el médico del Rey Amintas III de Macedonia. A los dieciocho años y tras la muerte de su padre, se trasladó a Atenas para formarse como filósofo en la Academia de Platón, donde permaneció durante los siguientes veinte años, primero como discípulo, y luego como maestro. Tras la muerte de Platón, la dirección de la Academia pasó a manos de Espeusipo (el sobrino de Platón). Inconforme, Aristóteles dejó Atenas y vivió durante algún tiempo en Asia Menor, en la corte de un tirano que había sido condiscípulo suyo. Se casó con Pitias, hija adoptiva del tirano. A los 38 años Filipo II, rey de Macedonia, lo llamó a su corte y le encargó la educación de su hijo Alejandro. Poco después, de iniciar Alejandro su reinado, Aristóteles regresó a Atenas y allí fundó su propia escuela, el Liceo, así llamada por estar situada dentro de un recinto dedicado al dios Apolo Likeios. A los miembros del Liceo se les dio el sobrenombre de “peripatéticos” porque solían dar sus clases paseando por los jardines. Aristóteles realizó una importante labor de investigación y enseñanza en las distintas ramas del saber. Con la temprana muerte de Alejandro, Aristóteles, protegido suyo, tuvo que hacer frente al sentimiento antimacedonio que estalló en Atenas. Acusado de ateísmo, Aristóteles tuvo que exilarse y se refugió en Calcis, donde murió al año siguiente, el 322 a. C., a los 62 años de edad.
La obra de Aristóteles suele dividirse en textos:
a) Exotéricos: Escritos en forma de diálogo (tal como lo hizo Platón) dirigidos al gran público y de los que apenas se conservan fragmentos.
b) Esotéricos: También llamados “acromáticos”. Escritos de manera sistemática y destinados a sus discípulos del Liceo. A este grupo corresponden sus obras más conocidas: Física, Metafísica, Ética a Nicómaco, Política, Órganon, Poética, etc.
Su amplia obra fue ordenada por Andrónico de Rodas en lo que hoy conocemos como “Corpus Aristotelicum".
Considerado uno de los más grandes filósofos de la historia por la amplitud de sus intereses teóricos, por la novedad que representó su filosofía y la mucha influencia ésta proyectó durante toda la Edad Media gracias a las traducciones de filósofos judíos y musulmanes, por cierto, españoles. Sin embargo, sus ideas astronómicas, asumidas por la Iglesia, supusieron un gran obstáculo para el desarrollo científico renacentista y de la época moderna. A pesar de esto, Aristóteles, junto a Platón, es una figura cumbre del pensamiento y cultura occidentales.
Desde un punto de vista social, el siglo IV a.C. es una época turbulenta que desemboca en la crisis del ideal griego y de la polis como forma básica de organización política.
Las diferencias sociales se acentúan y se disgrega la estructura básica de la sociedad del periodo clásico ciudadano /soldado/ campesino.
La escasez provoca la demanda de trabajos dependientes, aumentando el número de esclavos y de mercenarios.
Se producen movimientos migratorios de las poblaciones empobrecidas que alteran el statu quo del periodo clásico, agravando las tensiones entre pobres y ricos. Las mujeres estaban excluidas de estas actividades, así como de la vida pública quedando sobre todo si eran de buena posición social, recluidas en casa y privadas de una educación similar a la del hombre.
Desde un punto de vista político, en aquella época Grecia se componía de un conjunto de polis independientes económica, política y militarmente hablando. Sin embargo, compartían elementos comunes como la lengua y los ritos religiosos.
Grecia se expandía por el mar Egeo ocupando polis continentales en Macedonia y Tracia, territorios peninsulares e islas como Creta. Además, su expansión se extendió por África, Jonia, Italia y España.
Entre todas las polis cabe destacar Atenas cuya hegemonía se debió a la gran victoria que obtuvo en las Guerras Médicas, que enfrentaba a los persas contra las polis griegas, estableciendo así la democracia.
La época del esplendor ateniense irá desvaneciéndose tras la guerra del Peloponeso que enfrentó a Atenas con Esparta. La victoria de los espartanos trajo como consecuencia la caída de la democracia. Esparta instauró el Gobierno de los Treinta Tiranos, etapa donde se condena a Sócrates.
La hegemonía espartana duró alrededor de 16 años, tras su derrota en la batalla de Eleuctra (361 a.C.) frente a los tebanos liderados por Epaminondas. En la batalla de Mantinea (362 a.C.) los tebanos son vencidos por los espartanos. La debilidad de Grecia central sirvió de acicate a Filipo II de Macedonia, quien inició una política expansionista por toda Grecia. Esta tarea se vio frenada por la liga Helénica (Atenas y Tebas) que consideraba bárbaros a los macedonios, pero su resistencia se vio vencida al ser derrotados en la batalla de Queronea (338), tras la que Filipo instituyó la paz panhelénica con la institución de la Liga de Corinto.
En el año 336 a.C. Filipo II entró en guerra contra la dinastía aqueménida (persas), pero fue asesinado por Pausanias de Orestis al comienzo del conflicto.
Alejandro Magno, heredero de Filipo II, prosiguió la guerra. Derrotó a Darío III de Persia y desmanteló completamente la dinastía aqueménida, anexionándola a Macedonia y ganándose el epíteto de «Magno». A la muerte de Alejandro en el 323 a. C., el poder y la influencia de Grecia estaban en su apogeo. Sin embargo, como consecuencia de una nueva mentalidad cosmopolita, el individuo pierde el marco de referencia de la polis (el terruño) y se siente perdido en un mundo que se ha hecho demasiado grande y extranjero. Según Aristóteles, el hombre era un animal político, que se desarrollaba plenamente en el marco de la ciudad-Estado (polis). En la nueva situación política, el hombre es ciudadano del mundo, y su marco de referencia es la humanidad y la naturaleza. El individuo reclama para sí la autosuficiencia y la autonomía, tal como postulan los estoicos, epicúreos y cínicos entre otros.
CONTEXTO DE TOMÁS DE AQUINO (1225-1274)
La vida y la obra de Tomás de Aquino se inscribe en el momento del florecimiento de la Europa medieval, siendo Francia el país de mayor estabilidad política y desarrollo cultural. Los particularismos tienden a desaparecer y se realizan grandes esfuerzos de síntesis y de unidad, tanto a nivel político como a nivel filosófico.
Tomás de Aquino nació en Roccasecca en el año 1225. Ingresó en la Orden dominica. Posteriormente fue enviado a París, donde permaneció hasta 1248, estudiando bajo la dirección de Alberto Magno. Ejerció como profesor en Colonia, Santiago y en la Corte Pontificia, Nápoles y París, la universidad más importante de la época. A pesar de las turbulencias que agitaban por aquellos años la Universidad de París, su enseñanza y su actividad de escritor fueron de una extraordinaria fecundidad. La Monarquía (De Regno) pudo ser escrita según algunos estudiosos entre el 1265-1267 en Italia, y según otros entre 1271-1273. En esta época conoce, entre otros personajes ilustres, a Guillermo de Moerbeke, el famoso helenista traductor de las obras de Aristóteles, quien puso a su disposición varias de sus traducciones. Entre dichas traducciones se encontraban algunas que estaban prohibidas en la época y que Tomás comentará, junto con otras obras de Aristóteles como la Física y la Metafísica o la Ética a Nicómaco. Redactando la Suma teológica, que quedó inconclusa, experimentó una crisis mística. Murió en 1274, cuando se dirigía, por orden del Papa Gregorio X, a tomar parte en el Concilio de Lyon, en el que se pretendía reunir de nuevo bajo las riendas del papa romano a los griegos, que se habían escindido en un cisma.
En cuanto al clima político en el que se inscribe la vida de Aquino, comienzan a formarse los Estados de la Europa moderna. Francia goza de una gran pujanza y prestigio. En España la Reconquista hace notables avances, y Aragón comienza sus conquistas en el Mediterráneo. El papado intenta tomar el relevo del Imperio en la dirección política de Occidente. Toda la filosofía medieval europea se vio profundamente marcada por las luchas que libraron el Papado y el Imperio, los dos grandes poderes en liza que se repartían el control de los restos desmembrados del Sacro Imperio Romano. Es más, se ha dicho que, en el fondo, a partir del siglo X, la polémica relativa a las relaciones entre la fe y la razón no era más que la cara filosófico-teológica del debate político entre los defensores del poder papal y los que abogaban por el emperador. Así, quienes sostenían que la filosofía se imponía sobre la fe, en el fondo lo que defendían era que el poder del emperador superaba al del papa, y quienes argüían que la filosofía era una sierva de la teología eran los que políticamente pensaban que el poder del papa se imponía sobre el del emperador.
Pese a que en vida de Tomás de Aquino (1225 - 1274) las guerras entre estos dos poderes no tenían la virulencia que en épocas anteriores, todavía coleaba la cuestión. El conflicto más fuerte estalló cuando el papa Gregorio IX excomulgó al emperador Federico II Hohenstaufen porque éste se negaba a comenzar una Cruzada que había prometido sufragar y dirigir. Así las cosas, en la obra de Tomás late el propósito de ofrecer la imagen de una armonía posible entre la filosofía y la religión que se traduce en un entendimiento entre el poder del Papa y el poder del Emperador.
El hecho cultural más destacado es la fundación de las Universidades, que surgen a partir de una evolución natural de las escuelas catedralicias. Cada Universidad es, en realidad, una federación de «escuelas», agrupadas en cuatro «facultades» (artes -o estudios iniciales, teología, derecho y medicina) Tal es la organización de la Universidad de París, la más famosa de todas, centro indiscutible de la enseñanza de la teología, y en la que ejerció como profesor Tomás de Aquino en medio de numerosas polémicas provocadas tanto por los ataques contra y entre las órdenes religiosas, como por las controversias suscitadas por los averroístas latinos, quienes, encabezados por Siger de Brabante, habían copado la facultad de Artes (filosofía).
El segundo hecho importante es la recepción de las traducciones de los filósofos griegos, árabes y judíos, que ya había comenzado en el siglo XII) Estaban llegando a Europa las primeras ediciones de la Física y la Metafísica de Aristóteles que se habían conservado merced a la tradición árabe y que habían pasado a Occidente gracias, sobre todo, a la Escuela de Traductores de Toledo. Estas obras llegaban acompañadas de los comentarios bastante fieles del filósofo árabe Averroes. El éxito de estos escritos fue inmediato entre los estudiantes universitarios (hasta entonces, Aristóteles era conocido tan sólo por la lógica). Sin embargo, las autoridades religiosas no veían, en un principio, con muy buenos ojos estas nuevas corrientes; el recelo se convirtió en hostilidad y se prohibieron todas sus obras. El resultado fue una importante revuelta estudiantil. Ante esta situación el dominico, Alberto Magno, desde el terreno de las ciencias de la naturaleza, intentó convertir a Aristóteles en un filósofo cristiano, pero fue su discípulo Tomás de Aquino el que logró realizar una tarea de cristianización del Estagirita sirviéndose de las traducciones de Guillermo de Moerbeke
Tercero, la fundación de las órdenes mendicantes: dominicos y franciscanos que pronto se convertirán en los más famosos maestros del siglo XIII, ocupando las principales cátedras de las Universidades, pese a la oposición de los maestros seculares (no religiosos)
En cuanto a la problemática filosófica de este momento se centra, como hemos dicho, en torno a la asimilación dominica del aristotelismo (Alberto Magno y Tomás de Aquino, de un lado, y los averroístas de otro) o la vuelta a San Agustín de los franciscanos (Buenaventura) La escuela de Oxford reúne a un grupo de franciscanos, que se orienta hacia la investigación de la naturaleza (Roberto Grosseteste, Roger Bacon). La lógica, aun aceptando la herencia aristotélica, se irá orientando en una nueva dirección de carácter nominalista: el estudio de las propiedades de los términos.
CONTEXTO DE DESCARTES 1596-1650
René Descartes, considerado como "padre de la Filosofía Moderna", nació en La Haye (Touraine) en 1596. Estudió en la escuela jesuita de La Flèche, donde recibió una formación escolástica. Luego estudió Derecho en Poitiers. Concluidos sus estudios, y para “leer en el libro del mundo” participó en la Guerra de los Treinta Años, primero, en el ejército protestante, y luego en el ejército católico del Duque de Baviera.
El 10 de noviembre de 1619, estando acampados en Neuburg, tiene lugar el episodio de la “estufa”, en el que, entregado a sus reflexiones, vislumbra el camino que conduce al fundamento de la ciencia mediante la aplicación de un método similar al de las matemáticas.
Descartes abandonó la filosofía de corte escolástico, para buscar un saber fundado en el modelo del conocimiento matemático. Fue decisivo su encuentro, en 1618-19, con Beeckmann, matemático y físico holandés de formación galileana, a raíz del cual abandonó también su tentación de adentrarse por el camino del ocultismo de inspiración renacentista. A estos años se remonta su elaboración de la geometría analítica.
Las Reglas para la dirección del espíritu fue compuesta entre 1628 y 1629, si bien está inacabada contiene en germen lo fundamental de su pensamiento: las reglas del método, simplificadas posteriormente en el Discurso del Método.
En 1628 se trasladó a Holanda, donde permanecerá hasta un año antes de su muerte. Son años de intensa especulación filosófica, en los que escribe la mayor parte de sus obras.
En 1637 publica tres ensayos: Los Meteoros, La Dióptrica y La Geometría, extraídos de su Tratado del mundo(1633, pero no publicado hasta después de su muerte por temor a la Inquisición). Dichos ensayos van precedidos de un Discurso del método, primera obra filosófica escrita en francés, y no en latín como era la costumbre. Otras obras escritas en el período holandés son:
·Meditaciones Metafísicas (1641)
·Principios de Filosofía (1644)
·Las Pasiones del Alma (1649)
En 1649, aceptando una invitación de la reina Cristina, pasó a vivir a Estocolmo. El 11 de febrero de 1650 muere en Estocolmo.
Como podemos ver, Descartes vivió en uno de los momentos más turbulentos de la historia europea en el que las monarquías absolutistas (España y Francia) luchaban entre sí por la hegemonía política, escudadas por las guerras de religión entre protestantes y católicos. Descartes luchó en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) tanto en el bando protestante como en el católico, ya que Francia se enfrentaba a España y a los Habsburgo austriacos, y se aliaba, según sus intereses, con daneses, suecos, bávaros y alemanes, independientemente de sus convicciones religiosas. La guerra termina en 1648 con la Paz de Westfalia, que suponía la derrota de los Habsburgo austriacos y españoles, la igualdad entre los estados protestantes y católicos, y la hegemonía política de Francia, que se convertía así en la principal potencia europea con el rey Sol, Luis XIV.
Aun así, el tribunal de la Inquisición, seguía dictando el canon en materia religiosa e incluso llegaba a intervenir en lo relativo al desarrollo científico, de tal manera que, en 1633, condenaron a Galileo por mantener la tesis heliocentrista, razón por la cual Descartes renunció a la publicación de su Tratado del Mundo porque también se mostraba de acuerdo con el movimiento de la Tierra. Sin embargo, a pesar de la censura eclesiástica el desarrollo de la Nueva Ciencia, contraria al aristotelismo-escolásticismo de la época, se iba abriendo paso. Las universidades decaían, pero las Academias iban tomando cada vez más importancia dado que acogían las nuevas corrientes filosóficas y científicas, rechazando el principio de autoridad, recurriendo a la síntesis entre la experimentación y la matematización de los fenómenos físicos. En este sentido Descartes contribuyó de manera notable con su proyecto de Mathesis Universalis. La búsqueda de un método que hiciera progresar el saber humano por un camino seguro se bifurcó en dos corrientes filosóficas de distinto signo: el racionalismo (inaugurado por Descartes) desarrollando un método deductivo de inspiración matemática; y el empirismo (Bacon, uno de sus precursores, aunque hasta Locke no podemos hablar de empirismo moderno, tal como lo conocemos hoy) partidario de un saber fundado en la experiencia e inductivo. El racionalismo se caracteriza por:
a) Preocupación gnoseológica y metafísica.
b) Absoluta confianza en la Razón como única fuente de conocimiento cierto.
c) Rechazo del valor de conocimiento de los sentidos.
d) Creencia en las ideas innatas.
e) Subjetivismo.
f) Búsqueda del método (inspirado en las matemáticas)
g) Recurso a Dios como garantía de conocimiento y creador del mundo.
En el ámbito del arte, se impone la técnica del claroscuro, la ornamentación exagerada y el dinamismo en todas las artes. Es la plenitud del Barroco. Figuras como Rubens, Rembrandt y Velázquez destacan en pintura. A Weenix, pintor holandés, le debemos un óleo de Descartes en 1647, en el que aparece sosteniendo un libro en el que podemos leer “Mundus est fabula”, que guarda una gran relación con el temor de Descartes a que su Tratado del Mundo pudiera ser considerado un atentado contra la teoría geocéntrica de la Iglesia, a la vez que suponía una provocación humorística. En música, son contemporáneos de Descartes, Monteverdi y Charpentier. En literatura, el teatro destaca por un gran desarrollo en figuras como Shakespeare (Ing.), Corneille, Moliere, Racine (Franc.), Calderón y Lope de Vega (Esp). Tanto en Shakespeare como en Calderón encontramos el tema de la vida como sueño, también presente en el inicio de la duda cartesiana.
CONTEXTO DE LOCKE 1632-1704
Locke nació en 1632 y su vida transcurrió en una época de profunda agitación política en Inglaterra por el antagonismo entre liberales (Whigs), partidarios de una monarquía parlamentaria, y conservadores (Tories) partidarios del absolutismo de los Estuardo. Cuando Locke tenía 10 años en 1642 se produce en Inglaterra un enfrentamiento entre el Parlamento y el rey absolutista Carlos I. Este enfrentamiento conducirá a la revolución de 1648 dirigida por Cromwell que finalizará con la ejecución del rey Carlos I.
En el año 1651, Hobbes publica su obra Leviatán y Locke ingresa en 1652 en la Universidad de Oxford, donde la filosofía más extendida era el escolasticismo aristotélico decadente. Sin embargo, la nueva filosofía experimental se iba abriendo paso gracias a John Wilkins. El grupo de Wilkins será el origen de la Royal Society. Con la restauración de Carlos II, John Wilkins abandonó Oxford convirtiéndose en el nuevo líder del grupo científico oxoniano Robert Boyle. Locke leyó a Boyle y más tarde le conoció personalmente. En este tiempo leyó también a Descartes que le hizo recobrar el optimismo filosófico mostrándole que es posible un pensamiento filosófico claro y ordenado. Pero, aunque su admiración por Descartes le hizo adoptar su método, sin embargo, su contacto con la filosofía experimental de Oxford le proporcionó una perspectiva desde la que criticar el racionalismo de la filosofía cartesiana.
En 1666 Locke trabó amistad con Lord Ashley (más tarde conde de Shaftesbury bajo el reinado de Carlos II). En 1667 abandonó Londres para convertirse en su médico personal, secretario, consejero político, amigo personal y también en tutor de su hijo. En 1668, ocupó, por mediación de Shaftesbury, el cargo de secretario de la Cámara de Comercio y se implicó en la redacción de la constitución de las Carolinas, en la que defendía la esclavitud en el artículo 110. Además, se sabe que el propio Locke invirtió en el comercio de esclavos una suma entre 400 y 600 libras, existe cierta confusión al respecto, en la Royal African Company.
En invierno de 1671, Locke mantiene en su habitación de Exeter House discusiones filosóficas, que darán origen a su obra fundamental, el Ensayo sobre el conocimiento humano. Obra que fue escribiendo en sus exilios políticos (1683, 1685) en Francia y Holanda, en donde concluyó su redacción. Durante su estancia en Francia mantuvo contactos con cartesianos y anticartesianos y recibió la influencia de Gassendi.
Después de la caída de Cromwell, Jacobo II (hermano de Carlos I) sube al trono en 1685 e intenta gobernar de nuevo de forma absolutista, lo que provocará en 1688 la Revolución Gloriosa. Jacobo II huye a Francia. Sube al trono Maria Estuardo a la que acompaña Locke desde Holanda a Inglaterra y su marido Guillermo de Orange que instaura una monarquía parlamentaria como reacción al absolutismo de los Estuardo restableciendo las funciones del Parlamento. A partir de ahora las luchas políticas se centrarán entre los Tories (conservadores partidarios de los Estuardos y el absolutismo) y los Whigs (liberales partidarios de los Orange y el parlamentarismo). Por otra parte, los conflictos religiosos en Inglaterra están protagonizados por anglicanos, protestantes, católicos y calvinistas con resultados violentos la mayoría de las veces. "Acta de tolerancia" (1689), suponía, la libertad religiosa, que se concedía a los grupos protestantes, pero de la que fueron excluidos no obstante los católicos. A este respecto, Carta sobre la Tolerancia (1685) de Locke publicada en Holanda se muestra igualmente intolerante con los católicos y los ateos a quienes considera intolerantes por no admitir el derecho de otras religiones.
Tras su regreso a Inglaterra, Locke contacta con Newton del que había leído sus Principia Mathemathica Philosophia Naturalis. En 1690 publicó el Ensayo, y los dos Tratados del Gobierno Civil (1690) El primero tenía un carácter polémico y trataba de refutar las doctrinas de Robert Filmer sobre la legitimidad de las monarquías basadas en el “derecho divino” de los reyes. El Segundo Tratado sobre el Gobierno civil es considerado como la justificación teórica de la revolución liberal del 1688. Su trascendencia política ha sido crucial en el desarrollo de la historia europea y norteamericana por su rechazo de toda forma de absolutismo y su defensa de un poder descentralizado en tres poderes separados.
En 1700 se retiró de la actividad pública. Murió en octubre de 1704.
En cuanto al clima filosófico, el cartesianismo es la filosofía imperante en el continente, consiguiendo hacer pasar a un segundo término el escolasticismo. El mismo Locke mantiene con el racionalismo cartesiano una relación ambivalente: por una parte, sostiene que la experiencia es el límite del conocimiento, siendo considerado el padre del empirismo moderno, por otra parte, sostiene la evidencia intuitiva del yo y la posibilidad de un conocimiento demostrativo de Dios, aunque polemiza contra Leibniz en lo concerniente a las ideas innatas. Frente al racionalismo, la filosofía natural de Newton, se va imponiendo como modelo de la nueva ciencia basada en la experimentación y la matematización. También Newton disputa contra Leibniz en lo relativo a la autoría del cálculo diferencial. Frente al racionalismo, el empirismo se caracterizará por:
- a) Preocupación gnoseológica, moral y política.
- b) Reconocimiento de los límites de la razón, y valoración de los sentidos como fuente de conocimiento.
- c) Negación de la existencia de ideas innatas.
- d) Rechazo de la metafísica.
- e) Objetivismo o realismo.
- f) Confianza en el método inductivo
En Europa se impone el arte Barroco en todos los ámbitos, aunque Inglaterra, debido a su carácter isleño, no desarrolla intensamente esta corriente, no obstante, dadas sus relaciones con Holanda, los aristócratas se hacen retratar por Van Dick, por ejemplo. La pintura inglesa cultiva el género costumbrista. En literatura, El Paraíso Perdido de Milton, es la obra más importante de la segunda mitad de siglo en Inglaterra.
Para finalizar, decir que la trascendencia del pensamiento de Locke es obvia: considerado el primer filósofo empirista moderno; el padre del liberalismo político; inspirador de la Independencia americana y de la Revolución Francesa del S XVIII.
CONTEXTO DE KANT (1724-1804)
Immanuel Kant nació en 1724 y falleció en 1804, en Königsberg (Prusia, y que ahora pertenece a Lituania bajo el nombre de Klaipėda), ciudad en la que pasó toda su vida. Su familia burguesa de clase media lo educó en el Pietismo, caracterizado por una moral muy rígida, presente en el rigorismo de su ética formal. Estudió lógica y metafísica en la universidad de Königsberg, en donde también fue profesor durante toda su vida activa. Su obra suele dividirse en varios períodos, sin embargo, a grandes rasgos, apreciamos dos etapas diferenciadas: pre-crítica y el crítico. En su primera etapa: pre-crítica: acepta la filosofía y metafísica dogmática de sus maestros, Leibniz y Wolff. Al segundo período: Crítico corresponden sus obras más conocidas: Crítica de la Razón Pura (1781); Crítica de la Razón Pura Práctica (1788) y Crítica del Juicio (1790), y la obra que ahora nos ocupa.
Kant, por lo tanto, vive durante el siglo XVIII, en el que se producen profundos cambios económicos, sociopolíticos e ideológicos. El siglo se caracteriza por grandes transformaciones políticas y culturales: La Independencia de los EEUU (1776); la Revolución Francesa (1789) de la que se mostró partidario Kant, aunque no del regicidio que dio lugar al nuevo orden republicano en Francia; la Revolución industrial y la Ilustración, de la que el de Königsberg fue destacado promotor y defensor.
En cuanto a la economía, la agricultura y los trabajos manuales fueron dejando paso a la industria. Aumento demográfico y paulatino fortalecimiento de la burguesía, convirtiéndose el comercio en la principal actividad económica.
En el plano político, Europa se halla bajo el dominio de monarquías absolutistas. En el caso de Prusia y en los tiempos de Kant, el soberano era el rey Federico II “El Grande”, partidario del despotismo Ilustrado, y profundamente admirado por Kant. Pero en 1786 le sucede Federico Guillermo II, monarca de carácter reaccionario cuya censura sufrió nuestro filósofo al publicar su obra “La religión en los límites de la razón”.
En el campo de la ciencia, Newton consolida la revolución científica iniciada por Copérnico, Galileo y Kepler. El propio Kant, admirador de Newton, considera su filosofía como un “giro copernicano” respecto al racionalismo y el empirismo imperantes en el siglo anterior. Kant recibió la influencia del racionalismo de procedente de Leibniz y Wolf, aunque confiesa haber despertado de ese “sueño dogmático” leyendo al empirista Hume.
Sin duda, podemos enmarcar a Kant en el movimiento de la Ilustración, al que podemos situar entre la Revolución Inglesa de 1688 - Revolución Francesa de 1789. Se corresponde con el s. XVIII en el continente europeo, aunque en las Islas Británicas se produjo más tempranamente debido a la Revolución Inglesa de 1688. Al mismo tiempo, la Ilustración es un estilo de pensamiento caracterizado por la confianza en el carácter emancipatorio de la Razón, casi deificada. Los ilustrados tienen una clara conciencia de ruptura con el pasado y la tradición, cuya misión principal es lucha contra la ignorancia y la superstición por medio de la difusión de la cultura. El arma letal de los ilustrados es un nuevo concepto de la RAZÓN: crítica respecto a todo prejuicio; analítica frente a todo fenómeno natural, social, político, ético, etc.; secularizadora y partidaria a veces del deísmo, otras del laicismo; autónoma en cuanto exige su independencia respecto a cualquier otra instancia superior. Se trata de una razón optimista y confiada en el progreso de la Historia hacia una sociedad libre, culta, tolerante, racional… La Ilustración se caracterizó, además, por su afán divulgador, del que es prueba el empeño de La Enciclopedia promovida por D’Alembert y Diderot. Se trata de un proyecto colectivo en el que colaboran: Voltaire, D’Holbach, Condillac, Montesquieu, Rousseau, muy influyente en la filosofía política de Kant. La cultura se promueve desde las Academias, salones de damas aristocráticas, cafés, publicaciones periódicas…
Esta obra que nos ocupa, “Respuesta a la pregunta ¿Qué es la Ilustración” es un compendio de todas las ideas ilustradas, en la que Kant enlaza la Crítica de la razón pura con la Crítica de la razón pura práctica, ya que ambas tienen como fin último establecer las condiciones de posibilidad de una praxis racional y autónoma capaz de hacer progresar a la especie humana no sólo a nivel teórico, sino también a nivel moral y político?
La repercusión de la obra kantiana es notable, sin ir más lejos destacamos el idealismo alemán de Fichte, Schelling y Hegel; el marxismo y su ideal emancipatorio; el neokantismo; el nuevo formalismo ético y político. Algunas de sus obras como sus dos opúsculos “Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita” (1784) y “La paz perpetua” (1795) pueden ser consideradas como inspiradoras de la idea de una organización internacional (como la actual ONU) capaz de acabar con los enfrentamientos bélicos a través del diálogo y la creación de un Derecho Internacional vinculante para todas las naciones.
Dicha obra fue publicada en la Revista mensual de Berlín en el número correspondiente a los meses de noviembre y diciembre de 1784, y por tanto se trata de una obra perteneciente al período “crítico”
CONTEXTO DE MARX (1818-1883)
Karl Marx nació en Tréveris (Renania - Alemania) en 1818. Cursó estudios de derecho y filosofía en Bonn y Berlín, en donde se apasionó con la filosofía hegeliana y tomó contacto con los miembros de la izquierda de dicha corriente.
La figura de Marx tiene múltiples matices: articulista explosivo, activista político; estudioso y crítico de economía y escritor prolífico de ensayos filosóficos. Siendo en cada una de estas actividades netamente revolucionario.
Su vida transcurrió en medio de exilios, miseria económica y pérdidas familiares. Todo ello fue el elevado precio de una vida dedicada a la idea y a la praxis de la emancipación de la clase obrera de sus alienantes condiciones de vida bajo la explotación del capitalismo temprano, del que Marx fue un crítico demoledor, además de víctima, en cada uno de sus artículos y obras filosóficas.
Como articulista participó, dirigió o fundó (por este orden) en La Gaceta Renana, los Anales Franco-alemanes y la Nueva Gaceta Renana. Sus artículos en defensa de la clase obrera y la llamada a la agitación social contra el capitalismo, le valieron la expulsión de Alemania, Francia y Bélgica, exiliándose a Londres en 1849, en donde vivió hasta el final de sus días.
En su tarea de activista político (1842-1849), participó activamente en los movimientos de protesta izquierdista. Un ejemplo de ello es su afiliación, junto a su amigo y protector Engels, a la Liga de los justos, y posteriormente la Liga de los comunistasen Bruselas (1847) Durante la celebración del II Congreso de dicha organización en Londres ese mismo año, les fue encargada la redacción del conocido Manifiesto del Partido Comunista, publicado en 1848. En esta obra se expone claramente el esbozo del materialismo histórico, la lucha de clases y el papel revolucionario del proletariado. Ya en su exilio londinense, fundó en 1864 la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores), sin embargo, tras los sangrientos sucesos de La Comuna de París (1871) y los desacuerdos con los anarquistas y otros miembros, prácticamente se disolvió la asociación al trasladar su sede a Estados unidos.
Como escritor filosófico y economista, podemos distinguir al Marx crítico de la alienación en los escritos anteriores a su exilio londinense (1848) y al Marx del materialismo histórico ya en Londres, en donde, tras innumerables horas de investigación en la biblioteca del Museo Británico, elaboró su Contribución a la crítica de la economía política(1859) y los tres volúmenes de El Capital, cuyo primer tomo se publicó en 1867 y el resto póstumamente en 1895 y 1894 respectivamente.
Marx murió en 1883. La recepción posterior de su obra es polémica. Por una parte, los intérpretes clásicos hacen hincapié en la relevancia del materialismo histórico como lo más genuino de su pensamiento; por otra, los llamados “revisionistas”, en el aspecto humanístico y la crítica de la alienación. A este respecto, dicha polarización resulta innecesaria, y quizás sea más comprensivo ver en estas dos perspectivas etapas de la evolución de la obra del “Doctor Terror Rojo”
Respecto a la época, Marx vive en un tiempo de fuertes convulsiones sociales, en el llamado “siglo de las revoluciones”. El ideal ilustrado de libertad, igualdad y fraternidad había sido sustituido por el liberalismo económico y el imperativo de la competencia en la incipiente economía capitalista. La Revolución Industrial impone a la máquina y su lógica y convierte al trabajador en una fuerza más de trabajo asalariado, en condiciones de máxima explotación. La burguesía aumenta sus recursos con la apertura de mercados favorecida por el colonialismo y el desarrollo de los transportes. Sin embargo, muchos intelectuales critican el coste del auge económico de esta época: esclavitud, desarraigo de la población urbana, condiciones infrahumanas de los trabajadores de todos los sectores... Así, el desarrollo de la burguesía supuso el paulatino empobrecimiento de las clases trabajadoras. La sublevación de los trabajadores de la seda de Lyon en 1831, es la primera gran insurrección en la vida francesa contemporánea siendo el precedente de las revoluciones del 1848 en la que proletarios y burgueses radicales luchan por imponer el ideal republicano y reformas sociales y la del 1871 (La Comuna de París). El clima revolucionario se extendió a gran parte de Europa.
Otros fenómenos políticos de la época fueron el nacionalismo: La unificación de Italia y Alemania se produjo en 1870 y 1871 consecutivamente, y el imperialismo o colonialismo moderno, cuyo máximo exponente es Gran Bretaña con sus colonias en Asia, África, Australia...El colonialismo o imperialismo modernos son el resultado del avance capitalista y su necesidad de obtención de materias primas en ultramar.
En el plano cultural el siglo XIX se caracteriza por una notable difusión de la cultura a través de la lucha contra el analfabetismo, la multiplicación de periódicos y revistas, así como el nuevo impulso de las universidades, especialmente en Alemania y Francia. Se producen grandes avances en Medicina con Bernard y Pasteur y la Física avanza en sus teorías sobre la naturaleza de la luz, el descubrimiento de los rayos X, etc. Las innovaciones técnicas se suceden: se descubren nuevas fuentes de energía, se desarrollan los transportes, la maquinaria industrial, las comunicaciones. Todo ello se alía para contribuir a la expansión y desarrollo del capitalismo.
En el plano del pensamiento, el positivismo, el utilitarismo y el darwinismo van imponiéndose frente al idealismo hegeliano. Las ideas socialistas y anarquistas se van abriendo paso en la arena política.
En el terreno artístico el realismo se va imponiendo frente al romanticismo en las artes plásticas, aunque a finales del XIX surge el impresionismo. En literatura, el realismo de Zola y Victor Hugo representan en Germinal y Los miserables, respectivamente, las difíciles condiciones de vida de las clases populares. Tolstoi y Dostoievski, Stendhal, Dickens... son algunos ejemplos de la grandeza de este movimiento. En música, el romanticismo y el nacionalismo se unen en figuras como Chopin y List, Schubert y Schumann, Verdi y Wagner, por citar a algunos.
CONTEXTO DE NIETZSCHE (1844-1900)
Nietzsche nació en Röcken, el 15 de octubre de 1844 y murió en Weimar, 25 de agosto de 1900. Estudió primero en el internado del Gymnasium de Pforta, donde recibió los primeros conocimientos sobre la antigüedad clásica, que se convertiría en un referente básico de su pensamiento posterior, tal como muestra su obra El origen de la Tragedia (1872). Otras lecturas importantes de esta época: Byron, Maquiavelo, Feuerbach, y el poeta Hölderlin. Más tarde estudió filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig. En esta última ciudad entró en contacto con la filosofía de Schopenhauer, que también influiría decisivamente en la formación de sus ideas en lo relativo a la importancia de la voluntad para la vida, pero a diferencia de Schopenhauer, eliminó todo pesimismo y reminiscencias religiosas del concepto. También por estas fechas tomó contacto con la música de Wagner, a quien más tarde conoció personalmente, y del que fue un apasionado admirador por el carácter dionisiaco de sus obras, hasta distanciarse de él por considerarlo un esbirro del cristianismo.
En 1869, cuando apenas tenía 25 años, Nietzsche fue nombrado catedrático de filología clásica en la universidad de Basilea. A este nombramiento contribuyeron los trabajos filológicos que el joven Nietzsche había publicado antes de terminar sus estudios. Su actividad docente en Basilea se vio interrumpida por la guerra de 1870, en la que Nietzsche participó como enfermero hasta que se vio obligado a regresar por causa de una disentería, enfermedad de la nunca llegó a restablecerse del todo.
En 1873, en el período de juventud, escribe Verdad y Mentira en sentido extramoral, donde lleva a cabo un análisis genealógico del origen del concepto de “verdad”, llegando a la conclusión de que no es más que el arte de fingir comúnmente admitido por su utilidad.
En 1876 Nietzsche tuvo que pedir un permiso de un año por enfermedad, y poco después, su jubilación. Tras su jubilación, Nietzsche pasó largas temporadas en la Riviera francesa y en el norte de Italia, en Suiza, dedicado a escribir. Durante este periodo 1876-1889 va evolucionando su pensamiento desde el segundo período positivista, al que pertenece Humano, demasiado humano” (1879) En 1881 Nietzsche conoció a Lou Salomé, de la que se enamoró profundamente; pero ésta no le correspondió. En el período de madurez en el que destaca Así habló Zaratustra (1883-1885), por último, su período crítico, en el que, entre otras, cabe destacar El crepúsculo de los ídolos (1888) La recepción de sus obras por parte de los eruditos bien pensantes, causó bastantes recelos, dado su carácter radical, iconoclasta e intempestivo.
A principios de 1889, en Turín, cuando ya estaba casi ciego, Nietzsche sufrió una crisis de locura de la que no se recuperó. Estuvo internado en instituciones psiquiátricas en Basilea y Jena. dos clínicas hasta que su madre se lo llevó consigo a su casa de Naumburg. Nietzsche vivió los últimos doce años de su vida en un estado de aletargamiento, bajo los cuidados de su madre y luego en Weimar con su hermana, Elizabeth casada con Bernhard Förster, un radical antisemita, hasta que murió en el año 1900.
Su pensamiento ha sido a menudo malentendido, sobre todo, después de la manipulación de su hermana Elisabeth Föster- Nietzsche de las obras que figuraban en su Archivo- Nietzsche (fundado por ella en Weimar) tras su muerte, sirviendo luego, espuriamente, a la justificación del antisemitismo nazi. Gracias a la labor de Jaspers, Heidegger, y luego de los italianos Vattimo y Montinari, entre otros, se consiguió restablecer la auténtica e imponente figura del filósofo más intempestivo de la historia.
Respecto a la época, Nietzsche vive en el llamado “siglo de las revoluciones”. En 1831, 1848 y 1871 Europa es sacudida por profundas convulsiones sociales en las que se reclama la realización de los ideales democráticos.
Otros fenómenos políticos de la época fueron, en primer lugar, el nacionalismo: La unificación de Italia en 1870 y, por otra parte, la guerra franco-prusiana (1868-1870) en la que participó Nietzsche, tuvo como consecuencia positiva la unificación de Alemania en 1871. Y, en segundo lugar, el imperialismo, cuyo máximo exponente es Gran Bretaña con sus colonias en Asia, África, Australia...
En el plano cultural el siglo XIX se caracteriza por una notable difusión de la cultura a través de la lucha contra el analfabetismo, la multiplicación de periódicos y revistas, así como el nuevo impulso de las universidades, especialmente en Alemania y Francia. Se producen grandes logros en medicina con Bernard y Pasteur; la Física avanza en sus teorías sobre la naturaleza de la luz, el descubrimiento de los rayos X, etc. Las innovaciones técnicas se suceden: máquina de vapor, ferrocarril...
En el plano del pensamiento, el positivismo, el utilitarismo y el darwinismo van imponiéndose frente al idealismo hegeliano. Las ideas socialistas y anarquistas se van abriendo paso en la arena política.
En el terreno artístico el realismo se va imponiendo frente al romanticismo en las artes plásticas, aunque a finales del XIX surge el impresionismo. En literatura, el realismo de Zola y Victor Hugo representan en Germinal y Los miserables, respectivamente, las difíciles condiciones de vida de las clases populares. Tolstoi y Dostoievski, Stendhal, Strindberg (son tres de los escritores favoritos de Nietzsche) Dickens... son algunos ejemplos de la grandeza de este movimiento. En música, el romanticismo y el nacionalismo se unen en figuras como Chopin y List, Schubert y Schumann, Verdi y Wagner, en cuya ópera encontró Nietzsche la promesa del espíritu dionisíaco y renacer del mundo clásico, aunque posteriormente le causó una profunda decepción y lo sustituyó por la ópera de Bizet.
CONTEXTO ESCUELA DE FRANKFURT
La Escuela de Frankfurt surge con la fundación, en 1923, del Instituto para la Investigación Social, en el periodo que se corresponde con la República de Weimar tras la derrota de Alemania al término de la Primera Guerra Mundial y se extendió entre los años 1919 y 1933, cuando Hitler aprovecha de la gran crisis económica y el descontento social para imponer en Alemania el totalitarismo nazi. A este período lo conocemos como el Tercer Reich. Entre las ideas delirantes de Hitler y sus seguidores nazis se encontraba la de la defensa de raza aria frente a las razas inferiores. Con el fin de dar una “solución final” al “problema judío” deciden exterminarlos en esas fábricas de horror y muerte en las que se convertirán los campos de exterminio: Dachau, Mauthausen, Auschwitz-Birkenau. En ellos fueron torturados y masacrados judíos, eslavos, disidentes de todas clases y prisioneros de guerra (entre ellos republicanos españoles en Mauthausen), todos ellos considerados “enemigos del Estado.” Entre dichos “enemigos” se encontraban los frankfurtianos, quienes hubieron de exiliarse en el mejor de los casos. Al mismo tiempo, el afán expansionista de Hitler desencadena la Segunda Guerra Mundial en 1939.
También en los años veinte y treinta se endurece el comunismo en Rusia y en las Repúblicas Soviéticas bajo el mando de Stalin, y pasa a convertirse en auténtica dictadura del terror. Radicalizando las tendencias autoritarias presentes entre los bolcheviques desde la Revolución Rusa de 1917. Stalin anuló todas las libertades, reprimió todo signo de pluralismo y aterrorizó a la población instaurando un régimen policial. Dispuesto a eliminar no sólo a los discrepantes o sospechosos, sino a todo aquel que pudiera poseer algún prestigio o influencia propia, lanzó sucesivas purgas contra sus compañeros comunistas, que diezmaron el partido, eliminando a la plana mayor de la Revolución.
No debemos olvidar el Fascismo italiano de Mussolini, quien accede al poder en 1922, populista, represivo, policial, en definitiva: otro sistema totalitario como dos anteriormente mencionados.
Tras la derrota de Alemania y sus aliados en 1945, el mundo se polariza en dos grandes bloques: los EE.UU. y sus aliados y la URSS y sus aliados. Capitalismo y Comunismo se enfrentan en un clima no abiertamente bélico por la hegemonía. Son los años de la guerra fría.
A partir de 1960 las dos potencias comienzan a dar pasos para suavizar el conflicto, y la guerra fría va dando paso a un intento de coexistencia pacífica. El comunismo ruso adopta posiciones menos combativas (en parte, a consecuencia del auge de China). Algunos partidos socialistas occidentales moderan igualmente sus tesis y derivan hacia la social-democracia.
La sociedad europea asume el neocapitalismo que supone una nueva consolidación de la burguesía, a costa, sin embargo, de concesiones a los trabajadores: mejoras salariales y de las condiciones de trabajo, seguridad social, etc. Estamos en el llamado Estado de Bienestar y en la sociedad de consumo. Pero la indudable prosperidad material aparecerá pronto acompañada de un nuevo y hondo malestar ante nuevas formas de alienación: la presión de la publicidad que impulsa a consumir más y por ello obliga a trabajar más; la degradación de la calidad de la vida: malestar vital, contaminación, degradación ambiental...
Como respuesta a este “malestar en la cultura” (parafraseando a Freud), surgen nuevos movimientos de izquierda revolucionarios que intentan despertar la conciencia de las masas “adormecidas” por la sociedad de consumo y replantean la necesidad de una revolución total. Tal es el caso de Francia, el mayo del 68, en el que estudiantes y trabajadores se alían para luchar contra el capitalismo. Estos sucesos se extendieron por la República Federal Alemana, Estados Unidos o Checoslovaquia (Primavera de Praga) España, México, Uruguay… Todo este hervidero revolucionario fue apoyado por los frankfurtianos y no se explicaría sin la rebelión del Movimiento de Libre expresión (Free Speech Movement) de la Universidad de Berkeley (1964), cuyo teórico era Herbert Marcuse.
CONTEXTO SARTRE (1905-1980)
Sartre nace en París en 1905 y muere en la misma ciudad en 1980. Se trata de uno de los máximos representantes del existencialismo. Éste es una corriente filosófica que surge en Europa en el siglo XX, teniendo su máximo apogeo entre las décadas del 40 al 60. Sin embargo, sus antecedentes se remontan al siglo XIX con Kierkegaard. Su interés se centra en la pregunta por el sentido de la vida. Filósofos pertenecientes a este movimiento son entre otros: Heidegger, Jaspers, Sartre, Simon de Beauvoir, Camus, etc. Pero el existencialismo es imposible de entender al margen de los grandes acontecimientos que pasamos a comentar:
Sartre vive la época de entreguerras (1914-1945) y la inmediata postguerra La postguerra es precisamente el periodo por excelencia del existencialismo. La I Guerra Mundial se desarrolla entre 1914 y 1918, al tiempo que se produce la Revolución Rusa en 1917. Este período se caracteriza por conflictividad social, la aparición de la sociedad de masas y el surgimiento de las vanguardias en el plano artístico. Tras la crisis económica de 1929 los sistemas totalitarios fascistas se imponen, desembocando en la II Guerra Mundial. En el plano cultural París sigue siendo el centro mundial donde se desarrollan las vanguardias artísticas, literarias o filosóficas: surrealismo, dadaísmo, cubismo, existencialismo… De este modo el existencialismo se populariza y Sartre se convierte en uno de los filósofos más conocidos del mundo.
La II Guerra Mundial fue un conflicto de dimensiones catastróficas para occidente. La población civil sufrió la peor parte de este cruel conflicto: La guerra civil española, el holocausto, las purgas soviéticas, y la represión en toda la Europa ocupada por los nazis. Poco a poco se desarrolla un sentimiento colectivo de absurdo, una pérdida de sentido de la vida. A partir de 1940 el territorio galo es ocupado por los nazis durante cinco años. Sartre partidario en esas fechas del comunismo, pasa a formar parte de la resistencia a la ocupación. Cuando la guerra acabó en 1945, Europa está empobrecida y moral y políticamente desorientada. Los EEUU y la URSS son ahora las dos potencias hegemónicas. Los países europeos ven decrecer su importancia política. Todo esto trae como consecuencia el proceso de descolonización:
En efecto, el proceso de descolonización de Asia y África en las que Francia, seguía manteniendo colonias se va abriendo paso tras la situación catastrófica abierta por la II Guerra Mundial. Los países europeos estaban perdiendo su capacidad para mantener el control colonial. Los frentes de liberación nacional coloniales van tomando conciencia de sus posibilidades reales de liberarse de las metrópolis. Los existencialistas, y concretamente Sartre, desde posiciones izquierdistas denuncian la brutalidad e injusticia colonial y demandan activamente la liberación de los países colonizados, desde conferencias y revistas como Les Temps Modernes, fundada por Sartre y Merleau-Ponty.
El activismo político de Sartre y los existencialistas continuó con las protestas estudiantiles, a las que se unieron los obreros, del mayo del 68. Sartre abandonó el partido comunista y se adhirió por entonces a la extrema izquierda maoísta. Colaboró con los estudiantes rebeldes, participó en las Asambleas de la Sorbona, en manifestaciones huelgas.
La importancia del existencialismo se va diluyendo a partir de los años 70” del siglo XX. En los años 80” se populariza otra corriente de pensamiento: la postmodernidad, integrada por autores de diverso origen y tendencia: tales como Lyotard y Váttimo. Los filósofos postmodernos tienen en común la crítica a la noción clásica de sujeto y el humanismo por considerarlos etnocéntricos; la desconfianza hacia las ideologías emancipatorias incluidos el marxismo y el existencialismo; la pérdida del sentido de la historia ya que no podemos confiar en la noción de progreso ni existe un ideal sujeto humano a alcanzar; un concepto retórico de la verdad, cercano a Nietzsche, que desconfía de los discursos grandilocuentes; gusto por la fragmentariedad y alejados de los grandes sistemas filosóficos, etc. En general, los postmodernos denuncian la filosofía moderna, incluido el existencialismo tal como venía desarrollándose desde la Ilustración.