Filosofía Política
1. INTRODUCCIÓN
2. LA SOCIEDAD
3. BREVE HISTORIA DEL ESTADO
4. TEORÍAS SOBRE EL ORIGEN DE LA SOCIEDAD Y EL ESTADO
4.1.TEORÍAS ORGANICISTAS: PLATÓN ARISTÓTELES
4.2. TEORÍAS CONTRACTUALISTAS: HOBBES LOCKE ROUSSEAU
5. REALISMO POLÍTICO: MAQUIAVELO
6. ¿UTOPIAS? POLÍTICAS: SOCIALISMO UTÓPICO. MARX. ANARQUISMO


1. INTRODUCCIÓN

Ya hemos visto que una de las costumbres o manías más arraigadas del ser humano es vivir en sociedad, así como establecer normas para organizar la convivencia pacíficamente. También es cierto que en muchas ocasiones sentimos la sociedad como una limitación de nuestra libertad, como algo que debería ser mejor de lo que es.  A continuación, leamos esta pequeña colección de citas para intentar aclarar y discutir nuestra posición personal sobre el tema:

  • La sociedad es en todos los sitios una conspiración contra la personalidad de cada uno de sus miembros. Emerson
  • La naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, pero la sociedad lo deprava y lo hace miserable.  Rousseau
  • El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino en el miedo a la soledad. Schopenhauer
  • Las sociedades deben juzgarse por su capacidad para hacer que la gente sea feliz. Alexis Tocqueville
  • No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados. Adam Smith
  • Los hombres vulgares han inventado la vida en sociedad porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos. Schopenhauer
  • La sociedad está dividida en dos grandes clases: la de los que tienen más comida que apetito y la de los que tienen más apetito que comida. Chamfort
  • La base de todas las sociedades grandes y duraderas ha consistido, no en la mutua voluntad que los hombres se tenían, sino en el recíproco temor. Hobbes
  • Si no hubiera sido inventada la sociedad, el hombre hubiera seguido siendo una bestia salvaje, o, lo que viene a ser lo mismo, un santo. Mijail Aleksandrovich Bakunin

 

2. LA SOCIEDAD

Se entiende que la sociedad es el ámbito público de la acción humana. Es el conjunto de individuos y agrupaciones que comparten un mismo territorio, una cultura, una economía, etc. Según Parsons, defensor del funcionalismo estructural, la sociedad es un conjunto de estructuras en la que los actores sociales interactúan con vistas a la satisfacción de ciertas necesidades comunes)

En este sentido, Calderón también comparaba la sociedad con gran teatro en el que cada cual debía representar su papel del mejor modo posible.

En sociología se distingue a este respecto entre: posiciones, roles y estatus.

Posición, es el lugar que se le asigna a cada actor social. Todos ocupamos varias posiciones sociales, por ejemplo: Eva, "hija de", "hermana de", "vecina", "estudiante", "novia" … Estos datos nos valen para situar el personaje. Cada posición social implica un sistema de relaciones diferentes frente al resto de los actores. No es lo mismo hablar con una amiga, con tu médico o con tu madre.

Rol o papel es parecido a la posición, pero asigna pautas de comportamiento estereotipadas, modelos estandarizados: la pataleta de un niño nos parece natural, sin embargo, que este papel lo haga un adulto nos suscita sospechas sobre su madurez. La rebeldía en un adolescente nos parece "normal", ¿Qué pensaríamos si el "rebelde" fuera el padre?: saliera de marcha y la policía nos llamara porque le da por romper farolas y quemar contenedores el sábado por la noche, pasara de hacer la compra, etc. El proceso de socialización mediante el que nos insertamos en una sociedad, implica el aprendizaje de pautas de comportamiento, de lo correcto o lo incorrecto respecto a un modelo determinado. Esto nos permite saber si alguien es "buena hija", "mala madre" "pésimo profesor" …

El Status es el prestigio y el rango dentro de la jerarquía social. No es lo mismo un inmigrante ilegal en paro que un ministro. "Poderoso caballero es Don dinero", decía Quevedo, "Tanto tienes tanto val", dice el refrán. Pero no sólo el dinero da prestigio, también la fama, la importancia de la profesión, etc.

Ahora bien, el valor moral de las personas no depende del status o del rol, depende de su capacidad para hacer uso de su voluntad libre y racio-emocionalmente.

Si la sociedad es un teatro, no sólo se representan comedias, a menudo se dan dramas y tragedias, es decir, surgen conflictos y problemas cuando tenemos que representar distintos roles (juez y padre que tiene que juzgar a su amante que a la vez es la esposa de su hijo; madre que tiene que elegir entre su amante o su familia; tutor que se debate entre un alumno y un compañero).

Aunque los roles nos evitan el tener que inventar nuestra conducta de manera continua, sin embargo, limitan al mismo tiempo nuestra libertad, y condicionan de forma excesiva las expectativas que tenemos respecto a nosotros mismos y a los demás ¿son una manera de ser inauténticos? ¿Dos caminos: águila que vuela sola o bandada de estorninos?

Además de ser actores: tener una posición, un papel y un status, también somos personas: tenemos un modo peculiar y único de estar en el mundo frente a nosotros mismos y frente a los demás. Ser persona es asumir nuestra peculiaridad, moldear nuestro carácter, ser capaces de proyectar nuestro futuro, o liquidarlo (también es una opción, NO hay que escandalizarse). Tiene que ver con nuestra inteligencia emocional y nuestra libertad. La persona es dueña del personaje y no viceversa.

Toda sociedad se debate entre dos extremos: orden o cambio. Todo individuo entre seguridad y libertad.
Las sociedades modernas suelen estar inscritas en unidades mayores como el Estado.

 

3. BREVE HISTORIA DEL ESTADO

El Estado es una creación humana surgida de la necesidad defensiva de un grupo frente a los ataques contra las personas y las propiedades de otro grupo. Es una asociación de tipo político, establecida, consentida o sufrida por la sociedad civil, y cuya misión consiste en organizar y dirigir la convivencia mediante instituciones diversas: sistema legal, judicial, ejecutivo, defensivo. Generalmente ejerce legalmente el monopolio de la violencia y la relación con otros Estados.

El gobierno es el conjunto de personas que tienen la función de dirigir el Estado.

La nación es un conjunto de personas que comparten un origen, una lengua, una cultura y que generalmente se establecen en un territorio (aunque existen naciones que carecen de él o naciones diferentes que conviven es el seno de la organización política de un Estado)

Los primeros Estados de los tenemos noticia son los imperios de Asiria, Mesopotamia, Persia, Egipto. La estructura política predominante era el poder unipersonal de carácter totalitario: Sátrapa, Faraón. Estas figuras apelaban al origen divino de su poder y su voluntad era la ley. Las personas sometidas a este poder absoluto eran súbditos (los que están bajo…)

Grecia y Roma: representan los orígenes de los ideales políticos occidentales. En el caso de la Grecia clásica, el modelo de Estado fue la polis, y el sistema de gobierno era variable: monarquía, oligarquía, tiranía y democracia. Esta última fue el gran invento político de los griegos en el siglo V-VI a. de C. Se trataba de una democracia directa, no representativa, en la que sólo los ciudadanos tenían derecho a participar de las labores de gobierno (los niños, las mujeres, los esclavos y los extranjeros estaban excluidos)

La organización de Roma también sufrió oscilaciones en su sistema de gobierno: desde la original democracia, pasó a ser República y posteriormente se constituyó en Imperio al ocupar otros territorios. La creación romana más importante fue la institución del Derecho en su vertiente pública o política y civil o privada.

Edad Media: Con las invasiones bárbaras del siglo V, desapareció el Imperio Romano, y el poder político se fue fragmentando y surgió la sociedad, dando lugar a pequeñas entidades territoriales gobernadas por un señor que detentaba algún título de nobleza (conde, barón, marqués, duque…) En muchos casos, al menos teóricamente estos señores estaban bajo la autoridad de un rey, sin embargo, en sus territorios ejercían un poder omnímodo.

A partir del siglo IX se intentó constituir una estructura política semejante al Imperio Romano, pero con los ideales del cristianismo (Sacro Imperio Romano) con el poder centralizado en dos figuras, una civil y otra religiosa: el Emperador y el Papa. Sin embargo, a partir del siglo XIV comienzan a surgir los Estados Modernos.

ESTADO MODERNO: A partir del siglo XV comienza la construcción del Estado Moderno que supuso la afirmación territorial de la autoridad monárquica frente a obstáculos interiores y rivales exteriores, una creciente centralización política y económica, la extensión y ampliación de la capacidad decisoria de la administración real (burocratización) y la consolidación de la monarquía autoritaria como eje central de un sistema político complejo. Pese a sus limitaciones, hacia 1500 las monarquías occidentales habían establecido firmemente las bases del Estado centralizado y absolutista. España, Inglaterra y Francia fueron los primeros ejemplos del cambio político. El siglo XVII es la etapa de máximo esplendor del Estado Absolutista.

 

ESTADO DEMOCRÁTICO: A partir del siglo XVIII, los ideales ilustrados críticos frente al absolutismo y la centralización del poder cristalizaron en la Independencia de los Estados Unidos de América (1775), en donde se instauró una democracia representativa y republicana, y en la Revolución Francesa (1789) que promovió los ideales democráticos de libertad, igualdad y fraternidad. Este nuevo tipo de organización se basaba en la soberanía popular ejercida en las urnas y en otras formas de participación política, en la descentralización del poder, dividido ahora en poder legislativo, ejecutivo y judicial. Cuando un Estado se rige por el principio de legalidad por el que se establecen los derechos y deberes de los ciudadanos y no por la voluntad privada de uno o de algunos, lo llamamos ESTADO DE DERECHO, que es el modelo más común en las sociedades occidentales.

Frente al Estado de Derecho, el ESTADO TOTALITARIO tiende a la centralización del poder en una figura (fhurer, duce o caudillo) o en una élite burocrática (comunismo) y algunos de los derechos ciudadanos como la libertad de expresión, de movimiento, asociación, etc. se encuentran restringidas o brillan por su ausencia en las sociedades occidentales. Frente al Estado de Derecho, el Estado Totalitario tiende a la centralización del poder en una figura (fhurer, duce o caudillo) o en una élite burocrática (comunismo) y algunos de los derechos ciudadanos como la libertad de expresión, de movimiento, asociación, etc. se encuentran restringidas o brillan por su ausencia.

 

3. TEORÍAS SOBRE EL ESTADO

Teorías del Estado

Básicamente existen dos grandes planteamientos en torno a la idea de Estado y su relación con el individuo: la organicista y la contractualista. Ambas tratan de ofrecernos una teoría sobre la legitimación del Estado, es decir, qué justifica la existencia del Estado y su competencia para dirigir un gobierno. Expliquemos brevemente qué entendemos por ambas posiciones.

 

A) EL ESTADO COMO ORGANISMO.

Tal como su propio nombre indica, esta concepción considera el Estado como un gran organismo constituido por miembros: los individuos. El Estado tiene un origen natural y no contractual. Al igual que ocurre con un cuerpo, si amputamos una de las piernas, el cuerpo no perece, y la pierna no puede subsistir separadamente (no como ocurre con la mano andarina de la familia Monster), así, el Estado puede subsistir sin algunas de sus partes, pero las partes no pueden subsistir o vivir bien por sí mismas.  En una sociedad cada individuo cumple una función específica, y como diría Rawls, la sociedad es una empresa para el beneficio mutuo: nos necesitamos. Pero las funciones necesarias pueden ser realizadas por distintas personas, de tal manera que ningún individuo como tal es imprescindible porque su función puede ser realizada por otro. Esa es la razón por la que se dice que el Estado es anterior al individuo, no en el orden cronológico, sino en el orden lógico, en su importancia. Se sostiene también que el individuo aislado es una abstracción, una idea y no una realidad (la mayoría de las personas viven en algún tipo de comunidad y no totalmente aisladas); y el Estado, por el contrario, es considerado como lo verdaderamente real, tal es la posición de Platón, Aristóteles y Hegel, por ejemplo.

 

PLATÓN (S. V-IV a.C.)

Fragmento que representa a Platón. La Escuela de Atenas es un fresco de Rafael Sanzio realizado entre 1510-1511. Está ubicado en la Estancia del Sello o Stanza della Segnatura —una habitación destinada a ser la biblioteca papal en el Palacio Apostólico del Vaticano.

En su obra La República expone un proyecto ideal de Ciudad-Estado (polis) en el que ética, política y teoría del alma se aúnan. En La República critica las constituciones políticas existentes:
a) Timocracia: régimen político en el que el poder es sustentado por los perseguidores de honores y prestigio.
b) Oligarquía: el poder está en manos de los ricos.
c) Democracia: gobierno de la mayoría que sólo busca dar rienda suelta a su libertinaje.
d) Tiranía: gobierno sin ley que recopila los defectos de todos los anteriores.

Según Platón, de cada uno de estos regímenes se pasa irremediablemente al siguiente, por este orden:

TIMOCRACIA → OLIGARQUÍA → DEMOCRACIA → TIRANÍA

Y es que cada régimen concreto produce unas condiciones objetivas que favorecen el advenimiento del siguiente.

Todos ellos coinciden en un defecto fundamental: viven en el mundo de las apariencias y los gobernantes confunden el Bien con "su" bien particular. El egoísmo y la ignorancia son los mayores enemigos de la polis. Por eso propone que sean los filósofos convenientemente educados en el arte dialéctica quienes dirijan el gobierno del Estado, cada uno a su turno, por voluntad propia o a la fuerza, porque al conocer la verdadera realidad, es decir, el mundo de las Ideas, y de entre ellas la Idea suprema, la de BIEN, no buscarán su bien particular, sino el bien de todos. Sólo así reinará la justicia y habrá paz y armonía en la polis.

"Vi al fin que la constitución de todos los Estados existentes es mala y que sus instituciones no son sino trasnochados remedios sin combinación de medidas radicales o de circunstancias afortunadas. Fui compelido a afirmar que, para alabanza de la verdadera filosofía, únicamente desde el punto de vista de tal filosofía sería posible conseguir una visión auténtica del derecho privado y público y que, en consecuencia, la raza de los hombres no vería nunca el fin de sus infortunios hasta que los verdaderos amantes de la sabiduría tomaran el poder público, o bien que los detentores del poder público, por algún nombramiento divino, se convirtieran en auténticos amantes de la sabiduría. Con tal intención fui yo, por primera vez, a Italia y Sicilia". PLATÓN: CARTA VII, escrita al final de su vida y dirigida a sus amigos los pitagóricos de Siracusa.

Platón: analogía estructural entre alma y Estado

En el cuadro vemos reflejada la analogía estructural entre alma y Estado: Para Platón la Justicia es el fin que debe perseguirse en la vida política. La justicia es a la polis lo que la armonía es para el alma. La armonía supone que las tres partes del alma y sus correspondientes virtudes ocupen el espacio que deben ocupar, sin que exista abuso de una virtud sobre otra. De la misma manera, la justicia es la armonía del Estado, y éste deberá estar formado, según Platón, por tres clases sociales: artesanos y labradores; guardianes y, gobernantes- filósofos. Cada clase responderá al principio de especialización funcional, es decir, deberá realizar las funciones que le son propias sin inmiscuirse en la de los demás.

  • En cuanto a la clase de los productores: labradores, artesanos y comerciantes, producirán todo tipo de bienes. Podrán manejar dinero y vivir placenteramente, pero también deberán cubrir las necesidades básicas de los guardianes y gobernantes.
  • En cuanto a la de los guerreros: su misión será la de defender la polis de los ataques externos y velar por el orden interno. Vivirán en campamentos en régimen comunitario. No existirán núcleos familiares, pese a estar integrada esta clase por hombres y mujeres. Los hijos de los guerreros serán hijos de todos y cuidados en guarderías.
  • Los filósofos-gobernantes serán célibes y no poseerán bienes propios. Su misión será la de gobernar el Estado, y recibirán una enseñanza rigurosa que culminará con el aprendizaje del arte dialéctica.

La educación pública es un pilar básico del Estado platónico, ya que, según las capacidades mostradas en el proceso educativo, pasarán a ser integrantes de una clase u otra. Todos los ciudadanos, incluidas las mujeres, recibirán educación elemental obligatoria (gimnasia y música = arte y poesía, estas dos disciplinas fortalecen y disciplinan el cuerpo y atemperan el alma). Dependiendo de las capacidades que manifieste cada persona ocupará su puesto en alguna de las tres clases, el origen familiar o el sexo no tienen importancia, y sí lo tiene la valía personal que demuestre. L@s niñ@s mejor capacitad@s seguirán un estricto programa de estudios en el que se incluyen las matemáticas (importantes para la estrategia militar) y la dialéctica, a la que accederán los más capacitados de entre esta segunda tanda de niños.  

 

ARISTÓTELES

Fragmento que representa a Aristóteles. La Escuela de Atenas es un fresco de Rafael Sanzio realizado entre 1510-1511. Está ubicado en la Estancia del Sello o Stanza della Segnatura —una habitación destinada a ser la biblioteca papal en el Palacio Apostólico del Vaticano.

El discípulo de Platón, Aristóteles (s. IV-III) el discípulo de Platón, también considera que ética y política están íntimamente vinculadas. La ética desemboca en la política y se subordina a ella, en la medida en que la voluntad individual ha de subordinarse a las voluntades de toda una comunidad. Pero también, la política permitirá que el Estado eduque a los hombres en la virtud y, sobre todo, en la justicia.

"El bien es ciertamente deseable cuando interesa a un solo individuo; pero se reviste de un carácter más bello y más divino cuando interesa a un pueblo y a un Estado entero" (Ética Nic. I, 2.)

Ética y política se refieren ambos al bien del hombre. Y el bien de la ciudad y el del individuo coinciden porque la felicidad de la comunidad es la suma de la felicidad de cada individuo que integre esa comunidad. El Estado, además, ha de dedicarse a educar a sus ciudadanos en la virtud y a permitir que los ciudadanos sean felices. Sólo en una polis feliz alcanzarán la felicidad los hombres.

Aristóteles es organicista porque considera que el Estado es como una especie de "ser natural" que no aparece como resultado de un pacto o acuerdo convencional entre hombres, sino que es connatural al hombre, es decir, pertenece a su misma esencia o naturaleza:

El Estado tiende a un fin: la felicidad de los ciudadanos. Aisladamente, los hombres no podemos lograr nuestro fin: la felicidad. Necesitamos de la comunidad política para conseguirlo: somos animales políticos (zoon politikón), que desarrollan sus fines en el seno de una comunidad.

"Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensaciones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."(Política, 1253a)

El carácter "político" del ser humano se explica por su capacidad de lenguaje. El resto de los animales no necesitan un lenguaje complejo porque su instinto les dice qué es lo bueno y lo malo. En cambio, los seres humanos necesitamos aprender qué es lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, Estas nociones se transmiten socialmente a través del lenguaje. Las leyes son una especie de lenguaje social y compartido por todos. La tarea del legislador será precisamente estipular las leyes y hacerlas cumplir. En toda sociedad hay siempre un elemento coactivo. La ley no da solo derechos; también impone deberes.

La génesis del Estado es la siguiente: Familia --> Aldea --> Estado (que es la asociación de muchas aldeas)
Según Aristóteles, genéticamente, el individuo y la familia son anteriores al Estado (polis), pero naturalmente, no. Las familias surgen de la necesidad de la especie humana para procrear y subsistir como especie. Esta es la unión primera entre hombres. Luego surge la aldea o pueblo como agrupación necesaria para satisfacer las necesidades primarias y cotidianas. Una familia no puede procurarse a sí misma de todo lo necesario. La ciudad-estado es la culminación de este proceso. Su fin no es ya la subsistencia. No se trata ya de vivir, sino de "vivir bien"; es decir, de procurar la felicidad a todos sus miembros.

"Finalmente, la comunidad compuesta de varios pueblos o aldeas es la ciudad-estado. Esa ha conseguido al fin el límite de una autosuficiencia virtualmente completa, y así, habiendo comenzado a existir simplemente para proveer la vida, existe actualmente para atender a una vida buena. De aquí que toda comunidad existe por naturaleza en la misma medida en que existe naturalmente la primera de las comunidades." (Política, 1253a)

Esta prioridad es debida a que sólo el Estado se basta a sí mismo, es decir; el Estado es autárquico y el individuo y la familia no lo son. Los seres humanos necesitamos de la comunidad política para ser lo que somos.

"Es evidente, por tanto, que también el Estado es anterior al individuo por naturaleza, pues si cada individuo, una vez separado o aislado, no se bastaba a sí mismo, debe ser referido al Estado total, igual que las demás partes lo son a su todo, mientras que un hombre que es incapaz de formar parte de una comunidad, o que se basta a sí mismo, hasta el extremo de no necesitar esto, no es parte alguna del Estado, de manera que, o bien debe ser un animal inferior, o bien un dios."

Esta prioridad del Estado frente al individuo no supone, sin embargo, que Aristóteles defienda alguna clase de totalitarismo político o de anulación de las diferencias humanas. El Estado no es ningún fin en sí mismo, sino que su fin (telos) es la felicidad y la perfección de los ciudadanos. Ética y política se abrazan siempre.

Política Aristóteles. Libro IV

Aristóteles critica la teoría política de Platón, la utopía de la República le parece demasiado alejada de la realidad, y la política debe dirigirse a lo que hay, no a lo que nos gustaría que hubiera o a lo que debería ser. Está en desacuerdo con algunas de las medidas políticas que su maestro pretendía imponer en la república ideal, como por ejemplo la abolición de la propiedad privada y la colectivización de las mujeres y los hijos, al considerar que eso acabaría con la moral y el propio Estado.

Al igual que Platón critica los gobiernos injustos que tienden a buscar el bien particular y no el común. Afirma, al igual que su maestro en su diálogo Las Leyes, que tanto la monarquía, como la aristocracia y la democracia son regímenes justos, y que son las leyes justas y su cumplimiento lo que es imprescindible para la buena marcha del Estado.

El mejor régimen será una mezcla entre los elementos positivos de la oligarquía y democracia, al que denomina POLITEIA. Si Platón distinguía tres clases sociales, Aristóteles solo distingue entre ciudadanos y no ciudadanos. Considera ciudadanos a los que tienen un nivel medio de renta y exentos de trabajos manuales. Estos cumplirán dos funciones básicas en la polis: pueden intervenir en asuntos políticos (los ciudadanos maduros) y en la defensa de la polis (los ciudadanos jóvenes). Los cargos serán electivos, no por sorteo.  Excluye a las clases productivas (obreros, labradores, artesanos y comerciantes), a los esclavos y a las mujeres, debido a que estos no poseen la razón ni la educación para llegar a la verdad y a la virtud que requiere el ser ciudadano. Platón, sin embargo, consideraba a las mujeres iguales a los hombres. En cuanto a la educación también Aristóteles ve conveniente que el Estado se haga cargo de ella.

En la práctica, constituir un Estado sólo es posible si se le dota de un sistema de gobierno, de un marco adecuado de leyes e instituciones que regulen la convivencia y permitan la plena realización de la naturaleza humana y su fin último que es la felicidad. La justicia es la virtud que asegura y consolida el orden en la polis, armonizando, equitativamente, los derechos y los deberes de todos los miembros de la comunidad. La postura política aristotélica es "naturalista": El Estado es algo natural. No es fruto de un pacto o acuerdo entre hombres (contractualismo), sino que es consecuencia de la propia naturaleza humana.

 

TOMÁS DE AQUINO

Tomás de Aquno, máximo representante de la filosofía escolástica del siglo XIII, en su obra La Monarquía sostiene casi de modo idéntico posiciones como la de Aristóteles, y afirma que sólo en seno del estado y gracias al gobierno del rey es posible que los seres humanos se mantengan unidos en la búsqueda del bien común.

Considera que el mejor régimen político es la monarquía, en la que la soberanía (el ejercicio del poder) del Estado la ejerce el rey mediante leyes positivas que siempre deben estar limitadas por la ley natural y por el bien común. Por la ley natural: el legislador y soberano tiene que aplicar y concretar la ley natural, porque los preceptos naturales son muy generales. Pero nunca puede ir en contra de una ley natural, porque la autoridad proviene de Dios y Dios es el autor de la ley natural. Por el bien común: una ley puede ser injusta si va contra el bien común (por fines egoístas del legislador). Entonces los súbditos no tienen obligación de cumplirla; es más, es lícito desobedecerlas, porque hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

La autoridad viene dada por Dios al pueblo, y éste es el que la delega en el gobernante (esta postura no está clara en Tomás de Aquino; hay textos que parecen indicar otra posición). Sin embargo, considera que el gobernante siempre habla como representante del pueblo y sólo tiene facultad en cuanto representa al pueblo y siempre para el bien del pueblo. Por eso es lícita la rebelión contra el tirano que no cumple, aunque Tomás de Aquino no defiende la rebelión contra el tirano, porque, si fracasa, produce males mayores. Lo que hay que hacer es evitar que el monarca se convierta en tirano.

Así reconoce el derecho a la desobediencia, que luego inspirará a Locke.

Política Aquino

Hegel en el siglo XIX también sostuvo una posición organicista y subordinó totalmente el individuo al Estado.

 

B. EL ESTADO COMO CONTRATO

Esta segunda teoría sobre el Estado intenta explicar la legitimidad del Estado negando que este sea natural, sino que, al contrario, es fruto de convenciones humanas, de pactos entre individuos que acuerdan organizar la sociedad mediante leyes (no naturales) e instituir un gobierno con poder coactivo, legislativo y ejecutivo (el tipo de gobierno que las distintas posiciones defienden es muy variado, tal como tendremos ocasión de ver en el cuadro). Al contrario que para la concepción naturalista (organicista) el Estado es una abstracción y sólo existe por la voluntad de los individuos, es posterior a ellos y está a su servicio, para salvaguardar los derechos individuales.

Los antecedentes de las teorías contractualistas se remontan a los sofistas y a los epicúreos. Tal como dice Platón en La República, los sofistas mantenían que los primeros seres humanos llegaron a la conclusión de que era mejor establecer pactos para defenderse de la injusticia y otros daños. Sin embargo, las teorías del contrato clásicas son las surgieron durante los siglos XVII y XIII, cuyos principales exponentes son Hobbes, Locke y Rousseau.

Las teorías clásicas tienen en común los siguientes puntos:

a) Parten de la hipótesis de un Estado de naturaleza, anterior a la constitución de una sociedad regida por leyes positivas en el que los individuos tenían derechos naturales.
b) Sostienen que a través de un contrato social los individuos deciden constituir una sociedad civil regida por leyes positivas, surgiendo así el Estado, con el fin de solucionar algunos problemas del estado de naturaleza.
c) El tipo de Estado que se establece es diverso: absolutista, liberal o democrático.

 

HOBBES: ESTADO ABSOLUTISTA

Retrato de Thomas Hobbes por Wright. circa 1669-1670. Londres, Galería Nacional de Retratos.

Hobbes en su obra Leviatán de 1651 sostiene que en le estado de naturaleza prevalece el estado de guerra de todos contra todos. Parte de una concepción de la naturaleza humana malvada: "El hombre es un lobo para el hombre", es egoísta, agresivo, ambicioso e insaciable y es capaz de cualquier cosa para conseguir lo que desea, y siempre desea algo más. Como en un estado semejante no es posible prosperar ya que no hay paz y siempre está en peligro la vida y la propiedad, los individuos deciden establecer un pacto y ceder todos sus derechos a favor de un gobernante (que puede ser una persona o una asamblea, aunque claramente Hobbes defiende una monarquía absolutista) de tal manera que el Estado, el Leviatán (monstruo marino babilónico que aparece en la Biblia, y cuya imagen usa Hobbes para simbolizar el poder arrollador del Estado) ejerce un poder omnímodo sobre los individuos, que pasan a ser considerados súbditos. Bajo la soberanía de Estado se garantiza paz, porque sin Estado no hay sociedad entre los hombres, sino un mero estado natural de desconfianza y terror mutuo.

"La condición del hombre (tal como se ha manifestado en el capítulo precedente) es una condición de guerra de todos contra todos, en la cual cada uno está gobernado por su propia razón, no existiendo nada, de lo que pueda hacer uso, que no le sirva de instrumento para proteger su vida contra sus enemigos. De aquí se sigue que, en semejante condición, cada hombre tiene derecho a hacer cualquiera cosa, incluso en el cuerpo de los demás. Y, por consiguiente, mientras persiste ese derecho natural de cada uno con respecto a todas las cosas, no puede haber seguridad para nadie (por fuerte o sabio que sea) de existir durante todo el tiempo que ordinariamente la Naturaleza permite vivir a los hombres. De aquí resulta un precepto o regla general de la razón, en virtud de la cual, cada hombre debe esforzarse por la paz, mientras tiene la esperanza de lograrlo;" Hobbes: Leviatán, Cap. XIV

El Estado tiene el derecho absoluto a establecer leyes o a incumplirlas. El soberano determina qué es lo políticamente aceptable y lo moral: lo justo y lo bueno coincide con la voluntad del soberano. El soberano es el único poder legislativo y el Estado la única fuente del derecho. Incluso en los asuntos de índole espiritual o religiosa es el soberano quien tiene la máxima autoridad.

"Incumbe al soberano el cuidado de promulgar buenas leyes. Pero ¿qué es una buena ley? No entiendo por buena ley una ley justa, ya que ninguna ley puede ser injusta. La ley se hace por el poder soberano, y todo cuanto hace dicho poder está garantizado y es propio de cada uno de los habitantes del pueblo; y lo que cada uno quiere tener como tal, nadie puede decir que sea injusto.  Ocurre con las leyes de un Estado lo mismo que con las reglas de un juego: lo que los jugadores convienen entre sí no es injusto para ninguno de ellos. Una buena ley es aquello que resulta necesario y, por añadidura, evidente para el bien del pueblo." Hobbes: Leviatán, Cap. XXX

 

LOCKE: ESTADO LIBERAL

Retrato de John Locke. Herman Verelst. 1670-90? National Portrait Gallery Londres

Se considera a Locke es el padre del individualismo liberal y posesivo. En el "Segundo Tratado sobre el gobierno civil" (1690) condensó lo esencial de su pensamiento político, reflejando la opinión de la ascendente clase burguesa.

Según Locke, el hombre es un ser racional y libre cuya máxima aspiración es la felicidad. El fin de la política, de la gestión de los asuntos comunes, es el mismo que el del individuo: la búsqueda de la felicidad que sería imposible sin la paz, la armonía y la seguridad. Así, no hay felicidad sin garantías políticas y no hay política que no deba tender a extender una felicidad razonable.

Locke desarrolla una teoría política del contrato para explicar el origen de la sociedad humana y determinar de dónde procede la legitimidad del gobierno. Al contrario que su compatriota Hobbes, considera que los hombres no son malvados por naturaleza, y que el absolutismo es inadmisible, ya que atenta contra las libertades individuales. Los principales ejes de su filosofía política son: Teoría del contrato; paso del estado de naturaleza a la sociedad civil; propiedad privada; división de poderes, legitimidad del gobierno y resistencia frente a los atentados que amenazan las libertades individuales.

Supone como hipótesis metodológica la existencia de un primer estado de naturaleza.Contrariamente a Hobbes, Locke estima que el estado de naturaleza es un estado pacífico en el que rige la ley moral natural en la que los individuos racionales se saben sujetos de derechos y deberes. Entre ellos, Locke destaca: el derecho a defender su vida, su libertad, y sus bienes. A estos tres derechos fundamentales los llama "propiedad"

PROPIEDAD => DERECHO A SU VIDA, SU LIBERTAD Y SUS POSESIONES

El estado de naturaleza se caracteriza por la libertad e igualdad de todos los hombres en ausencia de una autoridad común. Los hombres se mantendrán en ese estado hasta que, por su propio interés, decidan establecer un pacto para garantizar derechos y libertades frente a los posibles conflictos que en el estado de naturaleza puedan surgir. Mediante un primer pacto, los hombres renuncian a parte de su libertad para hacer lo que le parezca oportuno para su salvaguarda individual, y renuncian a su derecho natural de castigar las posibles ofensas. En definitiva, renuncian a cierta cota de poder ejecutivo y legislativo, pero no renuncian a su libertad. Mediante el pacto surge la sociedad civil. Las ventajas de la sociedad civil consisten en que los hombres disponen de una ley escrita que define la ley natural., evitando controversias sobre ella; se establece un sistema judicial que goza del reconocimiento general y evita arbitrariedades; se crea un poder capaz de castigar crímenes, y de obligar a ejecutar las sentencias y, por último, se conserva la propiedad privada.

"Esto lo lleva a querer abandonar una condición en la que, aunque él es libre, tienen lugar miedos y peligros constantes; por lo tanto, no sin razón está deseoso de unirse en sociedad con otros que ya están unidos o que tienen intención de estarlo con el fin de preservar sus vidas, sus libertades y sus posesiones, es decir, todo eso a lo que doy el nombre genérico de "propiedad".
Lo que origina y constituye de hecho una sociedad política no es sino el consentimiento de un número de hombres libres capaces de formar una mayoría [...]. Esto y sólo esto es lo que da o podría dar origen a cualquier gobierno legítimo
" Locke: Segundo tratado sobre el gobierno civil

Para Hobbes el mismo acto del contrato generaba simultáneamente la saciedad civil y el Estado. Para Locke no es este el caso: la relación entre el gobierno y sus súbditos queda definida como mandato, es decir, como el encargo de una tarea... Así, mediante el primer pacto se constituye la sociedad civil y, posteriormente, el pueblo se constituye en asamblea y elige un gobierno al que confía una tarea. La elección de este gobierno supone un segundo pacto.

El poder político lo detenta el gobierno libremente elegido por el consenso de los ciudadanos. Se trata de un gobierno no centralizado, al contrario de lo que sucedía en el absolutismo. La garantía de que no se produzca abuso de poder radica en una estricta división del mismo en tres ámbitos diferenciados que deben ser detentados por personas distintas. La división de poderes se estructura como sigue:

  1. El poder legislativo constituye el poder supremo en sentido estricto (Asamblea.), pero no es un poder absoluto: tiene que responder de la confianza puesta en él y respetar la ley moral natural. No es de carácter permanente.
  2. El poder ejecutivo es el encargado de realizar los mandatos del legislativo. El poder judicial no es un poder independiente, sino que está integrado en ele el ejecutivo.
  3. El poder federativo encargado de la seguridad del Estado y de las relaciones con el exterior. (Nota: para Locke el poder judicial no es un poder independiente, siendo sólo un aspecto del ejecutivo).

Por último, hemos de hacer mención al derecho a la resistencia frente a un ejercicio del poder injusto, arbitrario o ineficaz. A este respecto la teoría de Locke es de inspiración conservadora; el reconocimiento del derecho de resistencia es un medio para hacer reflexionar al monarca y para hacerle respetar la legalidad. Permite alejar el peligro de una revuelta popular, pero no constituye en absoluto una invitación a la sublevación. En definitiva, el derecho de resistencia es para Locke un llamamiento a la prudencia y al compromiso. La rebelión está justificada cuando el monarca o el poder legislativo actúan de modo contrario a su cometido. En este caso es el pueblo el que ha de juzgar, porque la soberanía reside en última instancia en el pueblo.

 

ROUSSEAU: ESTADO DEMOCRÁTICO

Retrato de Jean-Jacques Rousseau, por Allan Ramsay, en 1766, Galería Nacional de Escocia.

Obra muy polémica en su tiempo, el Discurso sobre las ciencias y las artes de 1750, parte de una hipótesis contraria a la hobbesiana. Rousseau imagina que el ser humano en el estado naturaleza, antes de surgir la sociedad, era bueno, feliz y libre. Como un buen salvaje, vivía independiente, guiado por el sano amor a sí mismo. Sin embargo, tras el surgimiento de los gobiernos, las ciencias y las artes han contribuído a alejar al ser humano de la búsqueda de la libertad y la justicia, en definitiva, a corromper al ser humano:

"Mientras el gobierno y las leyes proveen lo necesario para el bienestar y la seguridad de los hombres, las ciencias, las letras y las artes, menos despóticas y quizá más poderosas, extienden guirnaldas de flores sobre las cadenas que los atan, anulan en los hombres el sentimiento de libertad original, para el que parecían haber nacido, y les hacen amar su esclavitud y les convierten en lo que se suele llamar pueblos civilizados. La necesidad creó los tronos; las ciencias y las artes los han fortalecido" Rousseau: Discurso sobre las ciencias y las artes, Primera parte.

En el prefacio al segundo Discurso: Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres, de 1754, Rousseau enuncia dos principios propios de la naturaleza humana: El procurar nuestra supervivencia y bienestar, y nuestra empatía frente al sufrimiento ajeno:

"Dejando de lado, pues, todos los libros científicos que no nos enseñan sino a ver a los hombres tales cual ellos se han hecho, y meditando sobre las primeras y más simples operaciones del alma humana, creo percibir dos principios anteriores a la razón, uno de los cuales nos interesa vivamente para bienestar nuestro y para la conservación de nosotros mismos, y el otro nos inspira una repugnancia natural a ver perecer o sufrir a cualquier ser sensible, y principalmente a nuestros semejantes" Jean Jacques Rousseau: Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres, Prefacio.

Este estado natural, sin embargo, es:"un estado que no existe ya, que acaso no ha existido nunca, que probablemente no existirá jamás, y del que es necesario tener conceptos adecuados para juzgar con justicia nuestro estado presente" Por lo tanto, se trata de una hipótesis que permite valorar la realidad actual: el estado social, aquel en el que el ser humano se aparta de la naturaleza para vivir en comunidad, guiado por el egoísmo y el ansia de riqueza (propiedad). Todo ello conduce a una sociedad injusta.

En el Discurso..., profundiza en su crítica a las instituciones políticas y sociales como las principales responsables de la corrupción de la inocencia y bondad naturales del ser humano. Rousseau analiza el tránsito del hipotético estado de naturaleza al estado social como una degeneración, y no un progreso, producto de las desigualdades sociales que surgen con la propiedad privada, el derecho para protegerla, y la autoridad para que se cumpla ese derecho.

"El primer hombre a quien, cercando un terreno, se lo ocurrió decir esto es mío y halló gentes bastante simples para creerle fue el verdadero fundador de la sociedad civil. ¡Cuántos crímenes, guerras, asesinatos; cuántas miserias y horrores habría evitado al género humano aquel que hubiese gritado a sus semejantes, arrancando las estacas de la cerca o cubriendo el foso: «¡Guardaos de escuchar a este impostor; estáis perdidos si olvidáis que los frutos son de todos y la tierra de nadie!" Rousseau: Discurso...Desigualdad, segunda parte.

Las leyes establecidas en toda sociedad son siempre las leyes que defienden a los ricos y poderosos, y a su poder frente a los pobres, no poseedores de propiedad alguna. La propiedad privada y el derecho a su servicio, han creado un abismo entre dos clases: la clase de los propietarios, poderosos y amos, frente a la clase de los no propietarios, pobres, inermes y esclavos. Esta situación no es superable, según Rousseau, pero puede ser mitigada a través de una sana vuelta a la naturaleza y una educación que fomente el individualismo y la independencia del individuo.

En El contrato social (1762), Rousseau manifiesta otra manera de remediar la degeneración a la que nos ha conducido la vida social: "el hombre nace libre, pero en todas partes se encuentra encadenado". Las injusticias sociales y las diferencias de clase pueden mitigarse no sólo a través de la educación, sino transformando el orden social desde el interior de la sociedad misma, y sin violencia. Los hombres deben establecer un nuevo Contrato Social que los acerque a su estado natural y para controlar los conflictos que se derivaban de las desigualdades sociales. Gracias a él se conseguiría la unidad del cuerpo social y los intereses particulares se subordinan a la voluntad general.

"Este paso del estado de naturaleza al estado civil produce en el hombre un cambio muy notable, substituyendo en su conducta el instinto por la justicia, y dando a sus acciones la moralidad que les faltaba antes. Sólo entonces, cuando la voz del deber sucede al impulso físico y el derecho al apetito, el hombre que hasta entonces no había mirado más que a sí mismo, se ve forzado a obrar por otros principios, y a consultar su razón antes de escuchar sus inclinaciones. Aunque en ese estado se prive de muchas ventajas que tiene de la naturaleza, gana otras tan grandes, sus facultades se ejercitan al desarrollarse, sus ideas se amplían, sus sentimientos se ennoblecen, su salma entera se eleva a tal punto, que si los abusos de esta nueva condición no le degradaran con frecuencia por debajo de aquella de la que ha salido, debería bendecir continuamente el instante dichoso que le arrancó de ella para siempre y que hizo de un animal estúpido y limitado un ser inteligente y un hombre.

Reduzcamos todo este balance a términos fáciles de comparar: Lo que pierde el hombre por el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo cuanto le tienta y que puede alcanzar; lo que gana es la libertad civil, que está limitada por la voluntad general, y la posesión, que no es más que el efecto de la fuerza o del derecho del primer ocupante, de la propiedad que no puede fundarse sino sobre un título positivo.

"Según lo precedente, podría añadirse a la adquisición del estado civil la libertad moral, la única que hace al hombre auténticamente dueño de sí; porque el impulso del simple apetito es esclavitud, y la obediencia a la ley que uno se ha prescrito es libertad. Pero ya he hablado demasiado sobre este artículo, y el sentido filosófico de la palabra "libertad" no es ahora mi tema."  Jean Jacques Rousseau, El contrato social. Madrid M.E. Editores, 1993

Este contrato no es un pacto o convenio entre individuos, como en el caso de Hobbes, ni un contrato bilateral como el de Locke. El nuevo contrato social es un pacto de la comunidad con el individuo y del individuo con la comunidad, desde el que se genera una "voluntad general", distinta a la suma de las voluntades individuales y que se constituye en fundamento de todo poder político. El concepto está muy relacionado con el "bien común" al que se refieren las teorías organicistas, así toda ley emanada de la voluntad general tiene como finalidad el bien común, superior siempre al de cualquier individuo concreto. La libertad individual ha de constituirse, a través de la voluntad general, en libertad civil y en igualdad, de ahí resulta que, cuando un individuo acata y cumple una ley emanada de aquella, sigue siendo tan libre como antes porque, en vedad, se está obedeciendo a sí mismo como miembro de la comunidad.

"Frecuentemente hay bastante diferencia entre la voluntad de todos y la voluntad general; ésta sólo tiene en cuenta el interés común; la otra mira al interés privado y no es sino una suma de voluntades particulares (...). Si el pueblo delibera, una vez suficientemente informado, (...) del gran número de las pequeñas diferencias resultaría siempre la voluntad general, y la deliberación sería siempre buena.
Pero cuando se desarrollan intrigas y se forman asociaciones parciales, a expensas de la grande, la voluntad de cada una de estas asociaciones se vuelve general con relación a sus miembros, y particular con relación al Estado" Jean Jacques Rousseau: Contrato social, L. II, Cap. III.

La soberanía ha de emanar de la voluntad general, y es indivisible (contra Locke y Montesquieu, Rousseau no es partidario de la separación de poderes) porque pertenece a toda la comunidad en su conjunto. Es inalienable porque la comunidad no puede renunciar a la fuente de la que mana su poder y su ciudadanía. La única obediencia legitima es a las leyes originadas por la voluntad general, y la soberanía pertenece al pueblo como cuerpo social.

Como sistema político, Rousseau es partidario de la democracia directa en caso de estados pequeños en los que eso sea posible (tal como sucedía, por ejemplo, en el cantón de Ginebra, de la que era natural). Pero, en virtud de las circunstancias, cada Estado ha de adaptar su forma de gobierno a sus características, aunque insiste en que cualquier forma de gobierno, para ser legítima, ha de ser expresión de la voluntad general de la ciudadanía.

 

TEORÍAS CONTRACTUALISTAS: CUADRO COMPARATIVO

CONTRACTUALISMO: CUADRO CCOMPARATIVO

 

5. REALISMO POLÍTICO: NICOLÁS MAQUIAVELO

ristofano dell'Altissimo Ritratto di Niccolò Machiavelli. circa 1552-1568. Galleria degli Uffizi,Firenze

Maquiavelo nació en Florencia en 1469, en el seno de una familia noble, lo que facilitó su participación activa en la vida pública. Pero su caída en desgracia, lo llevó, afortunadamente, a la filosofía política. Su obra más conocida y breve, aunque no la más importante, es "El Príncipe", obra que escribe Maquiavelo para volver a congraciarse con los gobernantes de la República de Florencia, concretamente con Lorenzo II de Medici. En ella analiza, a través de ejemplos históricos, cuáles son los medios de los que se han valido los gobernantes a lo largo de la historia para acceder al poder y conservarlo. Se trata de una obra descriptiva, no normativa, escrita al margen de consideraciones morales. Deja claro que su pretensión no es imaginar gobiernos ideales, sino describir la realidad política y su eficiencia: Puro realismo político.

Nos queda ahora por ver cuál debe ser el comportamiento y el gobierno de un príncipe con respecto a súbditos y amigos. Y porque sé que muchos han escrito de esto, temo -al escribir ahora yo- ser considerado presuntuoso, tanto más cuanto que me aparto -sobre todo en el tratamiento del tema que ahora nos ocupa- de los métodos seguidos por los demás. Pero, siendo mi propósito escribir algo útil para quien lo lea, me ha parecido más conveniente ir directamente a la verdad real de la cosa que a la representación imaginaria de la misma. Muchos se han imaginado repúblicas y principados que nadie ha visto jamás ni se ha sabido que existieran realmente; porque hay tanta distancia de cómo se vive a cómo se debería vivir, que quien deja a un lado lo que se hace por lo que se debería hacer, aprende antes su ruina que su preservación: porque un hombre que quiera hacer en todos los puntos profesión de bueno, labrará necesariamente su ruina entre tantos que no lo son. Por todo ello es necesario a un príncipe, si se quiere mantener, que aprenda a poder ser no bueno y a usar o no usar de esta capacidad en función de la necesidad" -Maquiavelo: El Príncipe, XV.

Un príncipe debe tener muy claro que su único objetivo es perpetuarse en el poder, y para ello deberá estar dispuesto a emplear los medios que sean precisos, al margen de consideraciones morales, legales o religiosas. No obstante, ha de ser capaz de controlar su imagen pública y parecer un hombre virtuoso, fiable y piadoso.  La fortaleza, la implacabilidad y la astucia son condiciones absolutamente imprescindibles para alcanzar su hegemonía.

"Estando, por tanto, un príncipe obligado a saber utilizar correctamente la bestia, debe elegir entre ellas la zorra y el león, porque el león no se protege de las trampas ni la zorra de los lobos. Es necesario, por tanto, ser zorra para conocer las trampas y león para amedrantar a los lobos. Los que solamente hacen de león no saben lo que se llevan entre manos. No puede, por tanto, un señor prudente -ni debe- guardar fidelidad a su palabra cuando tal fidelidad se vuelve en contra suya y han desaparecido los motivos que determinaron su promesa. Si los hombres fueran todos buenos, este precepto no sería correcto, pero -puesto que son malos y no te guardarían a ti su palabra- tú tampoco tienes por qué guardarles la tuya. Además, jamás faltaron a un príncipe razones legítimas con las que disfrazar la violación de sus promesas. Se podría dar de esto infinitos ejemplos modernos y mostrar cuántas paces, cuantas promesas han permanecido sin ratificar y estériles por la infidelidad de los príncipes; y quien ha sabido hacer mejor la zorra ha salido mejor librado. Pero es necesario saber colorear bien esta naturaleza y ser un gran simulador y disimulador: y los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes, que el que engaña encontrará siempre quien se deje engañar (...). -Maquiavelo: El Príncipe, XVII

Además, es necesario que sea capaz de establecer buenas leyes y que apoye su fuerza en un ejército propio compuesto, en quilibrio táctico, de infantería y caballería, bien entrenado, curtido y leal, que reúna las virtudes de la infantería española y la caballería francesa. Las tropas mercenarias o mixtas son inútiles, y hasta nocivas para sus propósitos porque tienen facilidad para incurrir en la traición y la cobardía.

El ideal de príncipe es para Maquiavelo Cesar Borgia, duque Valentino, hijo del astuto Papa Alejandro VI. En el capítulo final de El Príncipe exhorta a Lorenzo II a que asuma el liderazgo para la expulsión de los invasores extranjeros, poner coto al poder insaciable de la Iglesia y unificar Italia.

La verdadera personalidad política de Maquiavelo aparece, sin embargo, en los Discursos Sobre la Primera Década de Tito Livio, obra en tres volúmenes, escrita entre los años 1512-1517. Intentan explicar la estructura y los beneficios del gobierno republicano. Sirviendo de su método comparativo, critica las ineficaces prácticas de gobierno y administración y las instituciones de la Italia de su época, comparándolos con los hechos de los romanos en materia de administración política y acusando a las últimas de no tomar en cuenta los ejemplos del pasado para aprender y evitar cometer errores. En especial culpa a la Iglesia de la situación de Italia, manteniendo al país dividido. En estos dos últimos aspectos El Príncipe y los Discorsi coinciden.

Maquiavelo, siguiendo al viejo Platón de la Las Leyes y a Aristóteles, distingue tres clases de gobiernos malos: tiranía, oligarquía, y el gobierno licencioso (forma degenerada de la democracia), y las otras tres buenas: Monarquía, aristocracia, democracia. Propone un régimen mixto de las buenas: una República capaz de integrar los intereses de nobles y ricos, y del pueblo llano (segundo texto de abajo), que, en última instancia, es el auténtico sujeto político, tal como tendremos ocasión de ver en el primero de los textos:

"Porque en toda ciudad se encuentran estas dos fuerzas contrarias, una de las cuales lucha por mandar y oprimir a la otra, que no quiere ser mandada ni oprimida. Y del choque de las dos corrientes surge uno de estos tres efectos: o principado, o libertad, o licencia.(...)

(...) Mientras que el que llega por el favor popular es única autoridad, y no tiene en derredor a nadie o casi nadie que no esté dispuesto a obedecer. Por otra parte, no puede honradamente satisfacer a los grandes sin lesionar a los demás; pero, en cambio, puede satisfacer al pueblo, porque la finalidad del pueblo es más honesta que la de los grandes, queriendo éstos oprimir, y aquél no ser oprimido." -Maquiavelo: El Príncipe, IX

“Tal es el círculo en que giran todas las naciones, ya sean gobernadas, ya se gobiernen por sí; pero rara vez restablecen la misma organización gubernativa, porque casi ningún estado tiene tan larga vida que sufra muchas de estas mutaciones sin arruinarse, siendo frecuente que por tantos trabajos y por la falta de consejo y de fuerza quede sometido a otro estado vecino, cuya organización sea mejor. Si esto no sucede, se le verá sufrir perpetuamente los referidos cambios. Digo, pues, que todas estas formas de gobierno son perjudiciales; las tres que calificamos de buenas por su escasa duración, y las otras tres por la malignidad de su índole. Un legislador prudente que conozca estos defectos, huirá de ellas, estableciendo un régimen mixto que de todas participe, el cual será más firme y estable; porque en una constitución donde coexistan la monarquía, la aristocracia y la democracia, cada uno de estos poderes vigila y contrarresta los abusos de los otros.

Entre los legisladores más célebres por haber hecho constituciones de esta índole, descuella Licurgo, quien organizó de tal suerte la de Esparta, que, distribuyendo la autoridad entre el rey, los grandes y el pueblo, fundó un régimen de más de ochocientos años de duración, con gran gloria suya y perfecta tranquilidad del Estado.” -Maquiavelo: Discursos Sobre la Primera Década de Tito Livio, Libro I, cap. II.

 

5. UTOPIAS POLÍTICAS

Ilustración y Revolución

En la historia del pensamiento, la utopía ha encarnado el anhelo humano de crear una sociedad perfecta. Aunque ésta nunca se pueda alcanzar, sus objetivos pueden ayudar al hombre a mejorar el mundo real.

Utopía se llama a un sistema ideal en el cual los individuos desarrollan su existencia en condiciones perfectas. En un sistema social perfecto, pero imposible de llevar a cabo. El adjetivo “utópico” se aplica, por lo tanto, a aquellas reformas sociales y actuaciones que se presumen imposibles.

La palabra utopía, que deriva de las palabras griegas ou (no) y tópos (lugar), fue empleada por el humanista inglés Tomás Moro para dar título a su obra, Utopía (1512). Moro describía en ella un estado pagano y colectivista cuyas instituciones políticas y sociales estaban completamente guiadas por la razón. Describiendo la isla imaginaria de Utopía, Moro pretendía mostrar el contraste con la organización política real de la Europa cristiana de su tiempo. Aunque la utopía de Moro no fue la primera, ni había de ser la última en ser escrita, la extraordinaria difusión que tuvo el libro en la Europa de su tiempo, determinó la consagración como nombre genérico.

La República de Platón es, de alguna manera, la primera obra política europea con carácter utópico ya que, tal como el propio Platón tuvo ocasión de comprobar, la polis ideal que allí  se planeaba, era muy difícil de poner en práctica, principalmente porque el hombre platónico no existe. Siendo ya anciano, Platón rectificó parte de su proyecto político en su obra Las Leyes.

A partir del Renacimiento las utopías políticas proliferaron: Tomás Moro: Utopía; F.Bacon: Nueva Atlántida; Campanella: La Ciudad del Sol.

La Ilustración fue la época donde lo que parecía imposible fue posible: Se acabó con el absolutismo en muchos países europeos gracias a los ideales ilustrados de libertad, igualdad y fraternidad extendidos por la Revolución Francesa (1789) y la Independencia de los Estados Unidos de América del Norte. La democracia empezó a verse como la única alternativa política para luchar contra la desigualdad y la alienación de los derechos civiles.

El siglo XIX  y principios del XX supusieron el momento de mayor efervescencia de las utopías políticas de las que destacamos el socialismo utópico (y no el científico de Marx y Engels ya que estos no se consideraban  utópicos) y el anarquismo.

 

SOCIALISMO UTÓPICO

SOCIALISTAS UTÓPICOS

A finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, la clase burguesa pasa a ser la clase dominante y explotadora de la era industrial. Debido a esto, nacen distintos individuos que movidos por la necesidad de un cambio social, proponen una serie de ideas que más tarde serían agrupadas bajo el nombre de socialismos utópicos.

El nombre de socialistas utópicos corresponde a una diferenciación de la época para distinguirlos del socialismo científico, pues se suponía que las propuestas de estos autores eran irrealizables y no tenían sustentación científica.
 
Fourier, en Francia, pretendió solucionar los problemas sociales por medio de los falansterios: grandes asociaciones de producción y consumo que proporcionaban todo lo necesario para la vida de sus habitantes y en las que los intereses de los diversos individuos se armonizaban entre sí.

Owen, en Inglaterra, fundó las primeras cooperativas o comunidades de trabajadores, en las que todos participaban tanto en la organización como en los beneficios.

Al filósofo y político Francés Pierre Proudhon (1809-1865) se le considera tanto como socialista utópico como anarquista al proponer remplazar el Estado por una federación de comunas libres, abogando por el valor de la libertad y la fraternidad entre los seres humanos.

 

MARX: MATERIALISMO HISTÓRICO Y ALIENACIÓN

Marx Color by Klimbim

La filosofía de Marx se distingue por su carácter antiteórico y comprometido respecto al esfuerzo de liberación de la clase obrera frente a la sociedad burguesa que se había ido formando a consecuencia de la Revolución Industrial a partir de finales  s. XVIII.

MATERIALISMO HISTÓRICO

Marx, plantea la necesidad de hacer un análisis científico del capitalismo, estudiando la historia y las diversas estructuras económicas que la han determinado. Así propone el materialismo histórico, que es una prolongación del materialismo dialéctico de Engels. Pero a diferencia del materialismo de Feuerbach que es objetivo, el de Marx es subjetivo, es decir, el  hombre debe ser considerado como un sujeto protagonista de su vida y de la historia.

Según Marx  la historia es explicable mediante leyes y se caracteriza por la lucha de clases, además considera que la historia evoluciona por causas materiales, siendo la estructura la que determina la superestructura.

La historia viene determinada por las relaciones económicas de producción, determinadas a su vez por los modos de producción. Aclaremos términos:

En su análisis de la historia distingue entre ESTRUCTURA o infraestructura, que  es el conjunto de elementos materiales que resultan fundamentales en el funcionamiento y en la evolución de una sociedad, y no es otra cosa que la economía.  Y la SUPERESTRUCTURA, que es el conjunto de ideas y creencias de tipo social, político, religioso, jurídico, filosófico, etc., mediante las cuales se intenta organizar el conjunto de las relaciones humanas. Pero son las relaciones de producción las que dan origen, en última instancia a la ideología o superestructura y a la estructura jurídico-política del Estado. En la sociedad capitalista es la burguesía la que ejerce el control económico, por lo tanto también ejerce el control ideológico, imprescindible para  la perpetuación del poder de las clases dominantes.

MARX: ESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA
Las FUERZAS PRODUCTIVAS: son todos aquellos medios, instrumentos y la propia actividad humana mediante los cuales los individuos humanos intervienen en la producción

Las RELACIONES DE PRODUCCIÓN son las que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos en un proceso de producción determinado (trabajadores o proletarios).

Según Marx, la historia y su evolución son el resultado de la lucha de clases, lo cual va dando lugar al cambio de los MODOS DE PRODUCCIÓN, estos últimos son la manera de producir los bienes materiales según las diversas sociedades y se relacionan con la posesión de los medios de producción, según sean privados o colectivos. Marx distingue los siguientes modos: Primitivo; asiático, esclavista, feudal, capitalista y socialista, en este último la propiedad de los medios de producción es colectiva.

Además, otras categorías fundamentales del materialismo histórico son su distinción entre VALOR DE USO  y VALOR DE CAMBIO y PLUSVALÍA:

El VALOR DE USO es lo que la cosa vale en sí misma o en relación a la necesidad humana que satisface. El VALOR DE CAMBIO, también llamado mercancía, es el que impone la ley de la oferta y la demanda.

Marx denuncia que a lo largo de la historia se ha tendido a anular los valores de uso y a ser sustituidos por los valores de cambio, es decir, se ha tendido a valorar a los objetos, animales y hasta los seres humanos y sus actividades por su precio en el mercado. El mismo obrero ya no es considerado como un ser humano, sino como una mercancía.

El materialismo histórico  denuncia la situación de las clases obreras en el sistema capitalista, que explota al obrero obteniendo así PLUSVALÍA, que es el beneficio que se obtiene del trabajo de cada trabajador una vez que se ha restado lo que cuesta el trabajador (salario) del valor de lo producido por él, que siempre es muy superior al salario.

MARX: LUCHA DE CLASES

La economía capitalista está condenada al COLAPSO porque su propio desarrollo, supone la guerra de todos contra todos: los capitalistas son rivales entre sí y la libre competencia hará que  los medios de producción se vayan concentrando cada vez más en unos cuantos capitalistas. Sin embargo, Marx cree que, antes de que la situación anterior se radicalice, el proletariado irá tomando conciencia de su auténtica situación, y se unirá para acabar con la opresión y provocar así la crisis del capitalismo mediante la praxis revolucionaria: el capitalismo, que será sustituido por el socialismo, el cual consiste básicamente en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, que pasarán a pertenecer a los trabajadores. Esta situación de dominio obrero se asegurará mediante la Dictadura del proletariado, en ella se abolirá la propiedad privada de los medios de producción, desaparecerá la explotación. El socialismo evolucionará hacia una sociedad comunista, en la cual desaparecerá el Estado como medio de dominación. Surgirá una sociedad de trabajadores libres, en la que se aplicaría la máxima de "de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades".

ALIENACIÓN Y SUS FORMAS

La filosofía de Marx se distingue por su carácter antiteórico y comprometido respecto al esfuerzo de liberación de la clase obrera frente a la sociedad burguesa que se había ido formando a consecuencia de la Revolución Industrial a partir de finales  s. XVIII.

Marx señala que en la sociedad capitalista tanto la estructura (o infraestructura) como la superestructura se encuentran alienadas. Alienación significa desposesión, pérdida de algo que nos pertenece, y por extensión falsa conciencia respecto a la realidad en que nos encontramos.

Son las relaciones de producción las que dan origen, en última instancia a la ideología o superestructura y a la estructura jurídico-política del Estado. En la sociedad capitalista es la burguesía la que ejerce el control económico, por lo tanto también ejerce el control ideológico, que es el perfecto instrumento para ocultar la realidad de cara a su manipulación y la perpetuación del poder de las clases dominantes. El estudio de la ideología es imprescindible para su eliminación práctica

La principal alienación es ESTRUCTURAL, económica, y es la que padece el obrero en el sistema capitalista. El hombre no es un objeto, dirá Marx, sino un sujeto transformador de la realidad a través del trabajo, en las sociedades industriales la relación que el trabajador establece con el producto de su trabajo no es nada creativa. El trabajo en cadena impide la identificación del trabajador con el producto creado en parte por él. El mismo trabajador, al convertirse en un asalariado vendiendo su propio tiempo, queda reducido a objeto, a mercancía o valor de cambio, a puro medio en manos del capitalista, sufriendo así alienación. La alienación principal, la que padece el obrero consiste básicamente en que el hombre se convierte en un objeto y no un sujeto. El objetivo de Marx a este respecto consiste en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción.

Así como la estructura económica está alienada, también lo está la superestructura. Cabe hablar, pues, de alienación  SUPERESTRUCTURAL O IDEOLÓGICA, a su vez, en ésta podemos distinguir entre alienación social, política, religiosa y metafísica.
 
La ALIENACIÓN SOCIAL consiste en la división de la sociedad en clases. En la sociedad capitalista los seres humanos quedan clasificados de acuerdo con los bienes materiales que poseen. El objetivo marxista consistirá pues en la eliminación de todas las clases.    
                                          
La ALIENACIÓN POLÍTICA es el resultado de la división del trabajo: unos mandan y otros obedecen. El Estado, en lugar de servir a la sociedad tiende a esclavizarla en provecho de los intereses de los gobernantes.de ahí que Marx señale que el obrero no tiene patria y que predique el internacionalismo proletario: “proletarios de todos los países, uníos”. Desde este punto de vista la aspiración última de Marx es la abolición del Estado, de todos, y convertir el mundo entero en patria de la humanidad.

La ALIENACIÓN RELIGIOSA consiste en la evasión de la realidad hacia un mundo trascendente e ilusorio, que sirve de consuelo y esperanza para una situación mundana desgarradora e injusta. En este aspecto Marx rechaza todas las religiones y niega toda trascendencia, según él la religión es el opio del pueblo, pues tiende a adormecer la praxis revolucionaria y la liberación de los seres humanos.
 
La ALIENACIÓN METAFÍSICA o FILOSÓFICA consiste en servir de justificación racional al orden establecido, La filosofía según  Marx se ha limitado a interpretar el mundo, pero dicha interpretación no ha sido inocente: oculta las relaciones de poder y dominación de una sociedad profundamente clasista  que justifica la explotación del hombre por el hombre.

Marx cree que el único modo de acabar con la alienación es haciendo que  el proletariado tome conciencia de su auténtica situación, y se una para acabar con la opresión y provocar así la crisis del capitalismo mediante la praxis revolucionaria: el capitalismo, que será sustituido por el socialismo, el cual consiste básicamente en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, que pasarán a pertenecer a los trabajadores. Esta situación de dominio obrero se asegurará mediante la Dictadura del proletariado, en ella se abolirá la propiedad privada de los medios de producción, desaparecerá la explotación. El socialismo evolucionará hacia una sociedad comunista, en la cual desaparecerá el Estado como medio de dominación. Surgirá una sociedad de trabajadores libres, en la que se aplicaría la máxima de "de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades"

 

ANARQUISMO

ANARQUISTAS

La base del pensamiento anarquista en la filosofía política moderna proviene de muy variados criterios a cerca de cómo debería ser una sociedad sin autoridad impuesta. Desde el mutualismo de Proudhon, quien participó activamente en uno de los ensayos antiautoritarios más significativos, la Comuna de París, el anarco-comunismo de Pedro Kropotkin, el anarquismo individualista de Max Stirner hasta el anarcosindicalismo de lucha de clases de Bakunin.

El anarquismo alcanzó publicidad masiva por las acciones violentas realizadas por algunas de sus facciones más radicales contra dirigentes e intereses de Europa y América.

Los principios fundamentales en los que se basa el anarquismo son:

  • Humanismo: Piensan que el ser humano es bueno por naturaleza. Opinan que es la imposición de la opresión de la autoridad la que provoca la corrupción en la convivencia entre las personas. Los libertarios exaltaron bastante aquello de la bondad innata, no obstante, en la actualidad hay grupos que no hablan ni de maldad ni bondad, pues no somos ángeles ni diablos, somos humanos.
  • Acción Directa: Defienden que para solucionar los problemas sociales no hay que delegar en nadie, sino que hay que actuar directamente contra el problema en cuestión, ese es el significado de acción directa. Sin embargo, en numerosas ocasiones, este concepto ha sido erróneamente entendido como una llamada a realizar "acciones violentas". La "acción directa", podría resumirse de esta manera: "sáltate la burocracia".

Apoyo mutuo: En contra de la idea de competitividad, defienden el principio de solidaridad y cooperación. En este sentido, Kropotkin, en su obra "El apoyo mutuo" sostiene que la creación de sociedades humanas fue posible únicamente por la convicción de que sólo la cooperación favorecería la convivencia. Por lo tanto, no se trata de una idea moral, sino de una tendencia natural humana.

  • Acratismo: Abogan por la abolición del Estado ya que consideran que éste solo representa los intereses del capitalismo, y por tanto promueve la opresión, la explotación y la uniformidad de las personas de cara a hacerlas manipulables.

Pedagogía libertaria: La enseñanza es un pilar fundamental de la lucha antiautoritaria. El movimiento anarquista usa la educación para tratar de construir al individuo librepensador, consciente y crítico que sea capaz de construir la futura sociedad anarquista. Mediante multitud de recursos, tales como ateneos libertarios: publicaciones periódicas; edición y difusión de textos, creación de alternativas educativas a las establecidas, etc.

  • Violencia y no-violencia: Entienden que el Estado o cualquier otra institución que ostenta poder engendran la violencia, al ser aquellos que ostentan el poder quienes coartan la libertad de los demás individuos. La diferencia de criterios surge a la hora de confrontar dicha violencia impuesta por el Estado. Hay anarquistas que creen en el uso de la violencia como medio para alcanzar sus fines, y otros que se encuentran vinculados a movimientos pacifistas.

 

En la actualidad pueden parecer proyectos utópicos el pacifismo, el feminismo, el movimiento LGBT, la lucha contra la desigualdad económica, el ecologismo… sin embargo, tal como decían por ahí, se puede hacer posible lo imposible, se puede creer porque es absurdo y la imaginación puede llegar al poder… El pesimismo nunca conduce a nada interesante.

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