HEGEL Y FEUERBACH
1. HEGEL: INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD
2. DIALÉCTICA
3. SISTEMA HEGELIANO
4.EL TRABAJO
FEUERBACH: CRÍTICA A LA FILOSOFÍA HEGELIANA.
LA ALIENACIÓN RELIGIOSA

G.W.F. HEGEL

HEGEL

 

Nace en Stuttgart en 1770, y muere en Berlín en 1831. Reaccionó frente a la filosofía kantiana, intentando construir un sistema filosófico sólido y definitivo. De hecho, se puede considerar el último gran sistema, el más completo, a pesar de sus posteriores detractores.

La pretensión fundamental de Hegel fue la de introducir la razón en la historia, es decir, intentar encontrarle un sentido, una racionalidad mediante un método afín a la realidad misma: la dialéctica

La filosofía hegeliana es idealista y prima en ella el intento de comprensión de la realidad, antes que su transformación práctica. De hecho, suele citarse para ilustrar este aspecto eminentemente teórico de la filosofía el siguiente texto hegeliano:

"La tarea de la filosofía es entender lo que es la razón. En lo que respecta al individuo, cada uno es hijo de su tiempo; del mismo modo, la filosofía es su tiempo aprehendido en pensamientos. Es igualmente insensato creer que una filosofía puede ir más allá de su tiempo presente como que un individuo pueda saltar por encima de su tiempo. Pero si su teoría va en realidad más allá y se construye un mundo tal como debe ser, éste existirá, por cierto, pero sólo en su opinar, elemento dúctil en el que se puede plasmar cualquier cosa...

"Para agregar algo más sobre la pretensión de enseñar cómo debe ser el mundo, señalemos, por otra parte, que la filosofía siempre llega tarde. En cuanto pensamiento del mundo, aparece en el tiempo tan sólo después de que la realidad he consumado su proceso de formación y se halla ya lista y terminada. Lo que enseña el concepto, lo muestra con la misma necesidad la historia: sólo en la madurez de la realidad aparece lo ideal frente a lo real, y erige a este mismo mundo, aprehendido en su sustancia, en la figura de un reino intelectual. Cuando la filosofía pinta con sus tonos grises ya ha envejecido una figura de la vida que sus penumbras no pueden rejuvenecer, sino sólo conocer; el búho de Minerva solamente alza su vuelo en el ocaso" [Hegel: Filosofía del derecho. Prefacio]   

Esta vocación teórica será duramente criticada por Marx.

Sus principales obras:

  • Fenomenología del Espíritu.
  • Lecciones sobre Historia de la Filosofía.
  • Lecciones sobre la filosofía de la historia universal.
  • Filosofía del derecho.
  • Enciclopedia de las ciencias filosóficas. 

    1. INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD

Hegel pretende llegar a un conocimiento absoluto de la realidad tal como es en sí misma, y no sólo en cómo se nos aparece, al contrario de lo que pensaba Kant, para el que no se podía ir más allá de la experiencia, o lo que es lo mismo: sólo se podía conocer el fenómeno y no el noúmeno. 

La concepción de la realidad hegeliana es bastante más compleja y rica que la realidad fenoménica kantiana. Lo real no es la mera yuxtaposición de cosas, sino su interrelación. En efecto, la realidad es una estructura compleja caracterizada por la contradicción. Las cosas, los acontecimientos no se pueden entender de una manera aislada, sino en sus relaciones recíprocas, porque cada ser se relaciona con el Todo y sólo puede ser comprendido en función de la totalidad, sin la cual nada sería. La realidad total es histórica, pues cada ser o acontecimiento es sólo un momento necesario en el devenir del todo.

La realidad no es estática, sino dinámica y dialéctica. Es dinámica porque todo está en continuo cambio, nada permanece. El motor de ese continuo devenir es la contradicción: a la noche le sigue el día, el dolor al placer, y ninguno de estos contrarios puede entenderse sin su opuesto. Es dialéctica porque, tal como acabamos de decir, se caracteriza por la contradicción y la lucha constante de opuestos:

"En la historia caminamos entre las ruinas de lo egregio. Todo parece pasar y nada permanecer. Todo viajero ha sentido su melancolía. ¿Quién habrá estado entre las ruinas de Cartago, de Palmira, de Persépolis o de Roma, sin entregarse a consideraciones sobre la caducidad de los imperios y los hombres, al duelo por una vida pasada fuerte y rica? [...] Pero otro aspecto se enlaza enseguida con esta categoría de la variación: que una nueva vida surge de la muerte" [ Hegel: Lecciones sobre la filosofía de la historia universal]

La realidad es un Todo ascendente desde el reino mineral hasta el ser más complejo: el hombre. La historia es el desarrollo del Espíritu o Idea (Hegel entiende por espíritu no lo contrario del cuerpo, sino la realidad entera animada por el Logos), que tras enajenarse en la naturaleza retorna a la interioridad o conciencia de sí, lo cual no es otra cosa que el hombre mismo en cuanto ser que conoce y se conoce a sí mismo.

Dirá Hegel: "Todo lo racional es real y todo lo real es racional". La primera parte de la frase es un poco complicada de explicar porque se puede interpretar de muchas maneras, de hecho, como tendremos oportunidad de ver, y por eso nos interesa esta frase, la interpretación que hizo Marx difiere bastante de esta, ya que su empeño era echar por tierra la filosofía hegeliana. Pero entremos en el tema: lo real es para Hegel lo que es capaz de actuar, de crecer, de desarrollarse y llegar a ser más. Y el ser más real que existe es el hombre porque es el animal que ha llegado más lejos: es capaz de pensar, más aún: es el ser que se piensa a sí mismo, es racional, y por eso es más real que otros seres. Otra posible interpretación, quizá la más sencilla, es que sólo se puede pensar sobre lo real, o lo que ya ha sucedido, porque sólo de ello se pueden tener conceptos. En cambio, pensar sobre lo que aún no existe es una fabulación o una creación, no pensamiento, al menos todavía. Lo cual no obsta para valorar negativamente esas creaciones.  

Cuando Hegel dice que lo real es racional quiere decir que la realidad, aunque está en continuo cambio, no es caótica e incomprensible, sino todo lo contrario: tiene una razón de ser tal como es, o lo que es lo mismo, está regida por el Logos universal, lo cual no implica que no pueda transformarse, es más, es imposible que no se transforme porque si algo define a la realidad, a parte de su racionalidad, es su dinamismo. El Logos o razón de la realidad es la contradicción y el cambio. El Logos es dialéctico.

 

2. DIALÉCTICA

Si la realidad es dialéctica, el conocimiento de ella ha de ser igualmente dialéctico. La concepción hegeliana tanto de la dialéctica como de la realidad guarda una relación de semejanza con la idea tradicional de lo orgánico como una totalidad dinámica, cada vez más compleja, en la que el resultado final es inconcebible sin la consideración del desarrollo. Así, parece imposible pensar en una mujer que no haya sido niña. Mujer y niña son y no son personas distintas, sino diferentes a un tiempo que son la misma; mujer y niña no son términos contradictorios, sino correlativos o dialécticos.

Como hemos dicho, si la realidad no es estática, sino dinámica y dialéctica es preciso encontrar un método afín a ella: el dialéctico. En efecto, para pensar dialécticamente la realidad, y por lo tanto, llegar a un conocimiento sistemático de ella (todo conocimiento, y especialmente la filosofía o saber absoluto debe ser, según Hegel, sistemática, es decir, debe dar cuenta de la totalidad, porque la realidad es un Todo = Sistema) es preciso dejar a un lado el entendimiento de tipo kantiano que la reduce a categorías estáticas, aislando a los entes de sus relaciones, y es preciso, según Hegel, hacer uso de la razón dialéctica, cuyas principales categorías son: relación, contradicción, movimiento y totalidad.

El método dialéctico se compone de tres momentos: tesis, antítesis y síntesis. Esta terminología no es hegeliana, sino que fue propuesta por otro pensador idealista: Fichte, aunque comúnmente se emplee por ser menos complicada que la empleada por Hegel. Veamos esos tres momentos:

a) Tesis: es el momento afirmativo, pero toda afirmación tiene dentro de sí una contradicción. ej.: el día (tesis) necesariamente muere con la noche (antítesis). Cuando pienso en el día, inmediatamente pienso la noche, ambos términos son contradictorios, pero correlativos, se siguen el uno al otro.

b) Antítesis: es lo contrario de la tesis, la negación de la afirmación anterior. La realidad es conflicto, lucha de contrarios, y esa contradicción es el motor de la dialéctica. Este momento es el que dinamiza la realidad, lo que la hace moverse. ej.: noche (negación del día).

c) Síntesis: es la superación del conflicto, la negación de la negación anterior. Los dos momentos anteriores son a la vez eliminados y conservados. ej.: la tarde.

La síntesis se convierte inmediatamente en tesis del proceso siguiente, que dará lugar nuevamente a una síntesis, que será a su vez, la tesis del proceso siguiente, y así sucesivamente, hasta el infinito. El proceso es continuo.

Un ejemplo algo más claro, creo, que el anterior sería: padre, madre y niño. convengamos en elegir al padre como tesis: en efecto, el padre es el padre, pero también podemos decir de él que no es la madre. La madre sería la antítesis del padre, su negación: la madre es el no-padre. Pero la cosa no se para ahí, el niño sería la síntesis, de los dos momentos anteriores: es padre y madre al mismo tiempo, y a la vez es algo más que ellos dos. Es además él mismo. Con esta última afirmación vuelve a repetirse el proceso, ya que el niño se hará hombre (tesis), se relacionará con alguna mujer (antítesis) ("eso es por lo menos lo que sus padres esperan", ya me entendéis) y su hijo (síntesis) volverá a hacer lo propio.  

En resumen, si la realidad es dialéctica, el modo de conocerla y expresarla debe ser igualmente dialéctico.

En la Fenomenología del espíritu ("Dialéctica del amo y del esclavo") Hegel muestra la relación entre el amo y el esclavo como una relación dialéctica: en la lucha a muerte que los hombres tienen por el reconocimiento y el prestigio, el que teme morir, cede y se convierte en esclavo; el otro es reconocido como señor, siendo el esclavo el que trabaja para él. Pero pronto se intercambian los papeles, porque el reconocimiento del esclavo no tiene ningún valor, puesto que no es un hombre libre; además, el esclavo se interpone entre el amo y el mundo, de tal modo que el amo (que no trabaja) pierde todo contacto con la realidad (según Hegel el contacto con la realidad se produce a través del trabajo) En cambio el esclavo conseguirá su libertad por medio del trabajo, aunque después de muchas pérdidas. En última instancia es el amo el que depende del esclavo para sobrevivir, y por lo tanto en el fondo, es él mismo el verdadero esclavo. Será conveniente recordar esto a la hora de entender la concepción dialéctica de la historia en Marx y el importante papel que juega el trabajador en el desarrollo histórico.

 

3. EL SISTEMA HEGELIANO

La filosofía hegeliana es un Idealismo Absoluto. Esto significa que Hegel hace de la Idea lo Absoluto. La Idea es dentro del proceso dialéctico de la realidad lo primero y lo último, aunque la Idea o Espíritu al principio de su desenvolvimiento no se ha desarrollado, sino que es en sí, luego sale fuera de sí, y por último, es para sí. El sistema hegeliano se divide en las siguientes partes:

Lógica,

Filosofía de la naturaleza y

Fenomenología del Espíritu.

LÓGICA
           
Trata de la Idea en sí, cuando aún no se conoce a sí misma. La parte del sistema hegeliano que estudia este primer aspecto es la Lógica. Metafóricamente podría decirse que el Logos en su primer estadio evolutivo es como una madre en parto eterno de la que irán saliendo al exterior todas las realidades que pueblan el cosmos. Cuando todo eso se encontraba en su vientre, ella aún no lo conocía (por eso se define la Lógica como la idea en sí que aún no se conoce porque no se ha exteriorizado): ha sido preciso el parto, la exteriorización, para que la madre contemple lo parido, y para que, de modo indirecto, a través de su creación se contemple a sí misma y se reconozca.

La lógica es en definitiva la reflexión metafísica sobre el desarrollo del Logos, ese desarrollo se concreta en la naturaleza (segundo paso: filosofía de la naturaleza) y en el ser humano (tercer paso: Filosofía del Espíritu).

FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA

La Idea que en la Lógica aún estaba en sí, sale de sí misma, fuera de sí, se enajena o aliena, haciendo posible la distinción entre el sujeto que conoce y el objeto conocido (siguiendo la metáfora, entre la madre y la maternidad, la madre sólo conoce su maternidad cuando pare a su descendencia). La parte del sistema hegeliano que estudia este segundo aspecto es la matemática y la Física.

En la Filosofía de la Naturaleza el Logos se despliega dialécticamente en tres tipos de realidades:

- Mecánica: la realidad como conjunto de procesos mecánicos.
- Química: la realidad como conjunto de procesos químicos.
- Teleología: la realidad actúa conforme a fines.

FILOSOFÍA DEL ESPÍRITU

La Idea para sí es el resultado de exteriorización en la naturaleza y el retorno a sí misma tras tomar conciencia de sí como Espíritu. El estudio de este último aspecto lo llama Hegel Filosofía del Espíritu, dedicada al estudio del comportamiento humano, desde las formas inferiores de conocimiento a las superiores, siguiendo en su exposición una tripartición dialéctica.

Espíritu es la Idea o Logos que, tras su enajenación en la naturaleza, retorna a sí misma (se reconoce a través de la razón humana). La esencia del espíritu es la Libertad, a la que sólo llega tras tomar conciencia de sí. Su tarea es la realización de esa libertad en las instituciones históricas concretas. Tres son los momentos del que recorre el espíritu: subjetivo, objetivo y absoluto:

1. Espíritu subjetivo: es el descubrimiento de sí que se da paso a paso desde el escalón más bajo de conocimiento al más alto. Este momento se desarrolla a su vez en otros tres momentos:

Antropología: se corresponde a la encarnación del alma en el cuerpo y el tipo de conocimiento que surge es la sensación y el sentimiento.

Fenomenología: el Espíritu empieza a tener conciencia de sí mismo. Es autoconsciente y descubre lo otro distinto de sí: el mundo.

Psicología: el Espíritu se reconcilia consigo mismo y con el mundo exterior. Toma conciencia de su libertad.

2. Espíritu objetivo: Después que el Espíritu se ha descubierto como sujeto, trata de realizar su propia libertad a través de otros tres estadios:

Derecho: en el que el espíritu se reconoce como persona en cuanto que es propietaria. La primera relación interpersonal es el contrato. Ahora bien, en el plano del derecho no se resuelven los conflictos generados por la diversidad de fundamentos jurídicos, tantos como personas. Ante esta contrariedad exterior la persona se repliega al interior:

Moralidad: esfera en la que la persona deviene sujeto. Está marcada por la distinción entre interno-externo, entre intención moral y acción que busca el bien.

Eticidad: en la que coinciden ser y deber ser, particularidad y universalidad. La eticidad se divide a su vez en tres momentos. Su punto de partida es la familia en la que la sustancia ética es amor. La familia es superada por la sociedad civil, segundo momento, en la que se satisfacen las necesidades particulares mediante su articulación en un sistema de necesidades (a través del trabajo y su división); la sociedad se estructura mediante estamentos y leyes.

El Estado, tercer momento, es unidad de la familia y la sociedad civil en el que se realiza efectivamente la ética y la libertad. En el Estado es preciso considerar el derecho interno, es decir, la constitución; el externo, sus relaciones con los demás Estados, y finalmente, la historia del mundo o historia universal, como sucesiva encarnación de la Idea absoluta en los diferentes Estados particulares, según la diversidad de Volksgeister, que son condición de posibilidad de los individuos, y que a su vez son distintas encarnaciones del Weltgeist. La concepción del Estado como síntesis y esencia eterna y universal será duramente criticada por Marx, ya lo veremos.

3. Espíritu Absoluto: Es el reencuentro definitivo del Espíritu consigo mismo a través de tres producciones:

Arte: en donde la idea se expresa de una forma inmediata a través de la materia y de los sentidos, y se desarrolla conforme a diversas manifestaciones: arte simbólico que se caracteriza por el desequilibrio entre la Idea infinita y la forma sensible; el arte clásico, en el que la Idea y la forma guardan perfecto equilibrio (figura humana). El arte romántico o cristiano en la que se opera la ruptura entre contenido y forma, la belleza ya no es corpórea, sino espiritual.

Religión: es un saber fundado en la representación y en la contradicción entre materia y forma. Su expresión es el culto. También pasa por tres estadios: religión natural, religiones de la libertad, religiones de la individualidad y la religión absoluta: cristiana.

Filosofía: es el saber absoluto, en donde la Idea se piensa a sí misma. El absoluto no es ya sentido o representado, sino que es objeto de la especulación. La filosofía es historia de la filosofía, o filosofía de la filosofía. La sucesión de las diversas filosofías y su aparente contradicción no es más que la manifestación de los momentos necesarios en el devenir de la Idea. La historia es herencia, como un revivir, que es al mismo tiempo un conservar y renovar el patrimonio adquirido.

 

4. EL TRABAJO

Tratamos del concepto de trabajo en Hegel, dado que Marx lo toma de él precisamente, al igual que ocurre con la dialéctica. En efecto, el trabajo es, según nos dice Hegel en su Filosofía del derecho, el comportamiento fundamental del ser humano y está ligado al proceso de humanización de un modo insoluble. Hace especial mención del concepto que estudiamos en la parte de la obra dedicada a lo que él llama "sistema de las necesidades" en la sociedad civil (Sistema de la eticidad, perteneciente al Espíritu Objetivo)

Hegel caracteriza la sociedad civil como un sistema de necesidades de bienes que han de obtenerse por medio del trabajo, que es una actividad objetiva (produce objetos). Hegel tiene en cuenta la división del trabajo fruto de la especificación de los bienes y de las necesidades, lo cual requiere que el trabajo del individuo se especifique:

[...] El trabajo del individuo se torna más sencillo mediante la división y, en consecuencia, más grande la destreza en el propio trabajo abstracto, así como la cantidad de las producciones propias. A la vez, esa abstracción de la destreza y del medio se hace completa, tornándola necesidad total la dependencia y la relación de intercambio de los hombres para la satisfacción de las otras necesidades. La abstracción del producir, además, convierte al trabajo siempre más mecánico y, por tanto, finalmente, apto para que el hombre sea eliminado y pueda ser introducida la máquina en su puesto. [Hegel: Filosofía del derecho

 

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Tras la muerte de Hegel, su gran sistema filosófico suscitó reacciones de todo tipo. En general, suelen distinguirse dos líneas dependientes de su pensamiento, aunque no necesariamente se muestran de acuerdo con el mismo: derecha e izquierda hegeliana.

En efecto, la ambigüedad de ciertos aspectos de la filosofía hegeliana dio lugar a dos posibles interpretaciones dentro de la misma izquierda hegeliana: por una parte, su filosofía fue considerada como una justificación ideológica del poder autoritario y del Estado fascista. Por otra, se consideró que el carácter dialéctico de su pensamiento era un motor transformador del orden político y social establecido.  Según Engels:

"Quien hiciese hincapié en el sistema de Hegel podía ser bastante conservador en ambos terrenos (la religión y la política); quien considerase como primordial el método dialéctico podía figurar, tanto en el aspecto religioso como en el aspecto político en extrema oposición" [Engels: Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana].

La crítica de Marx hará hincapié en el aspecto sistemático, acusando a Hegel de conservador. Sin embargo, es injusta su aversión a Hegel ya que de él tomará el método dialéctico y la consideración del trabajo, por no hablar de su terminología.

 

 

FEUERBACH

FEUERBACH

Feuerbach (1804-1872) fue discípulo de Hegel en Berlín, pero ya en 1839 publicó una Crítica a la filosofía hegeliana. En 1841 apareció su obra fundamental: la esencia del cristianismo, que tuvo una gran repercusión (ya veremos la crítica de Marx a los contenidos de esta obra). Feuerbach pertenece a la llamada izquierda hegeliana.

Centraremos nuestra exposición de la filosofía de Feuerbach en dos aspectos:

 

CRÍTICA A LA FILOSOFÍA HEGELIANA

Feuerbach siente la necesidad de reformar radicalmente la filosofía tal como la entendió Hegel, ya que, según Feuerbach, su labor no es la de mirar al pasado, sino la de transformar el presente con vistas a la construcción del futuro.

Empieza Feuerbach haciendo una crítica a la filosofía hegeliana. En primer lugar, la acusa de ser una teología racionalizada porque lo único que ha hecho es sustituir el nombre de Dios por el de Naturaleza e Historia, sustituyendo al Dios trascendente de la teología clásica por un Dios inmanente (Logos presente en la naturaleza y la Historia).

En segundo lugar, la acusa de ser un idealismo que deforma y transforma la realidad reduciéndola a pensamiento o espíritu. Hay que decir que Feuerbach es materialista, lo cual significa que considera la realidad como pura materia, dando prioridad a lo sensible.

LA ALIENACIÓN RELIGIOSA

Feuerbach no considera la religión como algo absolutamente negativo, sino que trata de poner de manifiesto su verdadera función. Según dicho filósofo, el secreto de la teología es la antropología, lo cual viene a significar que la religión es la expresión alienada de la imagen que la propia humanidad tiene de sí misma. Veamos cómo se produce esta alienación:

Con la expresión esencia teológica de la religión se hace referencia a la relación del ser humano con Dios, entendiéndolo como un ser distinto y separado, que posee de un modo infinito y absoluto todas las propiedades y perfecciones que el hombre sólo tiene de un modo finito. Pero esta idea de Dios como ser de infinitas perfecciones no es sino un producto del ser humano. Feuerbach explica la génesis de Dios a partir de la proyección que el hombre hace de sí mismo y de su esencia. Lo cual se produce en tres momentos:

a) La objetivación fuera de sí que el hombre hace de sus predicados y determinaciones.
b) La separación de esos predicados de su relación originaria con el hombre, y la abstracción de los límites que esos predicados tienen en el ser humano individual.

c) La consideración de esos predicados así separados y objetivados en un ser extraño al hombre.

Por alienación entiende Feuerbach dos cosas. Primero: se expropia la esencia humana y se la sitúa fuera de la humanidad. Segundo: el hombre se somete a algo extraño que niega la realidad sensible que es el hombre.

Según Feuerbach, la alienación religiosa es necesaria en un primer momento para que la humanidad se conozca, pero debe ser luego eliminada para que el hombre se reconcilie con su propia esencia. Por lo tanto, la verdadera divinidad no es Dios, sino la Humanidad.